Ironía y acción dosificada
Es curioso pero película a película (y son muchas en los últimos años), la figura de Jason Statham sigue creciendo a pesar de que no posee un gran abanico interpretativo y sus participaciones en producciones cada vez más grandes se limitan a pasear por diferentes set su impresionante figura, deslizar alguna frase irónica en un susurro gutural y poner lo mejor de sí en las escenas de acción.
Sin embargo, el carisma del británico es innegable y cualquier espectador sabe que los films que lo tienen de protagonista tienen un estándar aceptable.
Con Parker se confirma esta hipótesis con creces, a partir de la dirección del veterano Taylor Hackford (Ray, El abogado del diablo, Reto al destino), que pone toda la puesta y el relato al servicio de la estrella en un producto sencillo, sin pretensiones y muy entretenido.
Parker (Statham) es un ladrón especializado en trabajos de alta gama que le consigue Hurley (Nick Nolte), que además es el padre de Claire (Emma Booth) la novia del protagonista. Hay un golpe que se concreta con una banda "alquilada", hay una mexicaneada por parte de sus eventuales compañeros (por obra del, azar seguramente, pero en la escena donde se desata un sangriento tiroteo dentro de un auto parece calcada de la argentina Un oso rojo) y la promesa del maltrecho Parker de vengarse y quedarse con el suculento botín que los traidores van a dar en Palm Beach.
Cierto, avanzado el relato aparece en escena Leslie (Jennifer Lopez), una agente inmobiliaria en la quiebra por un mal divorcio, que se va a involucrar en el asunto para ver si de una vez por todas sale de pobre.
Con un elenco lleno de probados actores de reparto, donde se destaca Michael Chiklis, Parker supera la media de las películas de acción asentada en la ironía, la acción dosificada y claro, Jason Statham.