Los fans de cualquier edad de los parques de diversiones seguro pasarán un buen rato con esta modesta producción animada diseñada originalmente como un piloto para Nickleodeon. Algo muy interesante del concepto de “Parque Mágico” es que en la historia no hay ningún villano, salvo en el lado oscuro de la salvaje imaginación de la protagonista. La trama presenta una nena de imaginación desaforada, que tiene la tenacidad suficiente para llevar a la práctica unas pocas de sus ideas locas, lo que como queda claro en algunas de las escenas iniciales puede ser bastante peligroso.
Con su imaginación mitigada por sus padres, la pequeña protagonista recorre un bosque y se encuentra con fabuloso parque de diversiones medio derruido. Pronto percibe que ese parque es imaginario y que, por lo tanto, sólo podrá arreglarlo con su imaginación. Así que pone manos a la obra junto con animalitos extraños como un puercoespín, un oso azul y miedoso, y unos muñecos zombies. Cada juego del parque es un delirio imposible pero divertidísimo, y sobre todo vertiginoso. La animación no es de lo mejor pero cumple, y la mayor queja es que no todos los juegos de este “Parque Mágico” estén debidamente explorados.