Parque mágico es una propuesta inusual de Nickelodeon que tiene muy poco que ver con la clase de película que se vende en los avances promocionales.
El tono del relato es mucho más complejo y emocional y por momentos evoca esa oscuridad y melancolía que tuvieron algunas producciones infantiles de los años ´80 (como Regreso a OZ), que al igual que este estreno fueron odiadas por la crítica.
Si en esta misma ficha mirás el porcentaje que tiene en Rotten Tomatoes parecería que esto es un desastre absoluto y la verdad es que no es tan terrible.
No dudo un segundo en defender este film ante otras producciones insípidas, como las continuaciones de Hotel Transilvania o Angry Birds, que se centran en los chistes tontos como único recurso de entretenimiento.
A diferencia de lo que se vendió en las publicidades, esta película en realidad gira en torno a la ansiedad y el estrés emocional que genera en una niña la enfermedad de su madre y la posibilidad de perderla para siempre.
Esa crisis familiar influye en sus emociones y en la conexión que ella tenía hasta ese momento con la imaginación y la fantasía.
Si bien el film no tiene golpes bajos ni entra en el terreno Pixar de la depresión absoluta o la genialidad de Mi vecino Tororo, que contaba con una premisa parecida, por momentos lidia con algunas cuestiones densas y no todo pasa por las situaciones graciosas con los animales que hablan.
La oscuridad a la que se enfrenta June en la aventura, que es una analogía de la tristeza, está muy bien trabajada en el argumento y deja un mensaje positivo y realista.
La tristeza es un sentimiento que no se puede erradicar por completo en la vida pero hay maneras de lidiar con ella y el film aborda muy bien esta cuestión.
Un momento.
¿Si llevo a mis hijos a ver Parque mágico se van a poner a llorar en el cine o terminar deprimidos?
No, en absoluto, pero los menores de cinco años podrían asustarse con algunas secuencias de fantasía.
En estos días donde muchos niños tienden a estar idiotizados con los videos juegos del celular o la tablet la película también incentiva al público infantil a retomar la imaginación a la hora de entretenerse para crear mundos y personajes originales.
Otra cuestión positiva de esta historia que genera que no la pueda aniquilar en la reseña como hacen en otros medios.
Un problema que tiene Parque mágico es que es muy corta y en apenas 85 minutos no termina de ir a fondo con los temas que trabaja. Sobre todo en la parte emocional del argumento que podría haber tenido un mayor desarrollo.
Me quedó la sensación también que a los personajes de fantasía les faltó un poco más de personalidad y terminan siendo olvidables.
En el terreno de los aspectos técnicos, si bien la animación es algo genérica cabe resaltar la labor que hicieron con el diseño de los escenarios que es espectacular.
Toda la gama de colores que usaron y los detalles en el parque y las criaturas que lo habitan están muy bien logrados.
En resumen, una propuesta diferente de Nickelodeon que no se destacará entre los mejores filmes de animación del año pero tampoco es el peor estreno del género como intenta vender especialmente la prensa norteamericana.
El Dato Loco:
Parque mágico quedará en el recuerdo como la película sin director de esta compañía. Aunque el realizador Dylan Brown fue responsable de la mayor parte de esta producción nunca llegó a completarla.
El estudio Paramount lo despidió debido a las numerosas denuncias que recibió por acoso sexual y a raíz de ese tema optaron por eliminar directamente los créditos de dirección.