Partidos, de Silvia Di Florio, es un documental sobre los desarraigos y la construcción de una patria. Crítica. El jueves 4 de agosto se estrena en el Cine Gaumont el film Partidos, una obra magistral dirigida por Silvia Di Florio y con la participación especial de Héctor Alterio. Patria es un concepto encontrado, porque es una vaga entelequia y a la vez es “eso” que nos desgarra y está entrañado en nuestro ser.. Sócrates prefirió la muerte antes que el destierro. Eran otros tiempos. Ahora cada parte del mundo está más cerca y esto hace que suavice un poco la herida que causa el desarraigo. Aun así sigue doliendo. Hay sociedades que son expulsivas. Miremos sino a nuestra “madre patria” y a nuestra patria misma. El siglo pasado, y aun este siglo, ha sido un ir y venir de despatriados por razones económicas o políticas. Estas expulsiones no son gratis en la vida de una persona, incluso de toda una familia. Dejan huellas muy marcadas de dolor, de anhelos, de recuerdos encontrados, de proyectos truncados de todo lo que se soñó ser pero no fue. Silvina Di Florio retrata magníficamente todo esto en un documental donde exiliados argentinos en España, durante la última dictadura, cuentan sus vivencias. Como se fueron de Argentina, como se tuvieron que adaptar a esa nueva tierra, que recién salía de una dictadura, y cómo fueron construyendo esa “patria dividida”. Es notable uno de ellos, donde el padre se exilió a la Argentina escapando del franquismo y ella, años después, se exilia en España, escapando de la dictadura. Distintos testimonios, todos muy emotivos, entre conocidos por un soberbio Héctor Alterio que va recitando el poema “Qué lástima” de León Felipe. Partidos es una pieza fílmica que no podemos dejar de ver, y que tal vez, debiéramos mirarla tantas veces hasta que se nos haga carne. Puntaje: 90.
Aquí ya no es allá…todo lo que se soñó ser, pero no fue. Ideado por Juan Gastaldi, un bonaerense que se exilió en Madrid, y dirigido por la argentina Silvia Di Florio, con la participación especial de Héctor Alterio, «Partidos, voces del exilio» es un documental que habla del desarraigo, la búsqueda de pertenencia y la añoranza del volver. Se estrena el 4 de agosto en el cine Gaumont. Di Florio, a sus 18 años y embarazada de siete meses, tuvo que marchar al exilio en 1977. Juan Gastaldi, amigo de la adolescencia, se exilió en España. Se encontraron a través del tiempo entre Madrid/ Buenos Aires, y de estos encuentros nació este proyecto. «Partidos, voces del exilio» es una historia del exilio argentino en Madrid a causa de la dictadura cívico-militar (1976-1983). Cuenta sobre un puñado de hombres y mujeres que se vieron obligados a emigrar para salvar sus vidas y que acabaron instalándose allí. Eran activistas políticos, y el peligro que corrían los hizo empezar una nueva vida en Madrid, España. También habla de los hijos de ese exilio, una generación que nació en tierra extraña y otros que llegaron siendo muy pequeños. Un relato en primera persona con locaciones filmadas en Madrid y Buenos Aires que nos embarca en un viaje emotivo sobre una partida obligada, dejando en el recuerdo una construcción de una vida que ya no está, donde tuvieron que aprender a vivir en un país que les era ajeno. Se plasma tanto sus secuelas como marcas existentes aun hoy en día, y cómo viven actualmente esa vida no elegida. Un documental magistral que retrata el dolor sobre la pérdida. Vemos sus sentimientos, dualidades y conflictos, junto a la presencia de los hijos e hijas de ese exilio que heredan una identidad partida. Un viaje de ida y vuelta que expresa la nostalgia y la tensión de estar en un lugar y sentir siempre la falta del otro, para lo que no hay alivio. La nostalgia de los exiliados, la resiliencia de la segunda generación. Y cómo el exilio argentino aportó una nueva mirada en lo cultural y lo social. Mediante esta representación audiovisual espléndida, no solo se cuenta un suceso dentro de un determinado contexto de una época, sino cierta aflicción presente acompañada de una amargura, algo que de algún modo se ha transmitido de generación a generación como rupturas biográficas que no sólo fue la pérdida de amigos y familia, sino también la disolución de proyectos personales, irse del país por miedo al ser parte en un proyecto político militar (la lucha por los derechos humanos) donde ya no eran ni héroes, ni todas esas actitudes eran heroicas, y ni existía un proyecto para la sociedad; se encontraban solo con su existencia. Un sueño que se extinguió en pocos años con una represión feroz de la que aún quedan cuentas pendientes. La crónica resalta la belleza que posee la melancolía mediante distintos testimonios como un rompecabezas excelentemente armado para así presentar la obra exacta sobre lo que se quiere escenificar mediante un hilo conductor sensible, emotivo, ante una historia poco divulgada sobre violencia y exilio de aquellos años, acompañado de Héctor Alterio que va recitando el poema «Qué lástima» de León Felipe, ubicado y fraccionado en las partes justa de cada pasaje del documental, envolviéndolo en un halo de gran emotividad que se incrusta con ferocidad en nuestro ser. Asimismo, escoltado por una fotografía y musicalización majestuosa. En la película también aporta testimonio su hija, Malena Alterio, quien llegó al exilio español a los seis meses y actualmente es una reconocida actriz. Y también se hace énfasis en cuanto al fracaso del proyecto sobre la construcción de un país distinto que soñaba con transformaciones, un sueño que se apagó. El diálogo que se establece entre las dos ciudades con el tejido de los recuerdos, las calles y la gente hace que hayan quedado partidos entre dos culturas y dos pertenencias. Ambas tierras son parte de ellos, y así viven hoy su vida entre dos mundos. El intento de incidir en un proyecto mejor para la Argentina que no fue, la añoranza de volver a una vida que solo quedó en un recuerdo como pertenencia de identidad, la transición de la adaptación a una nueva realidad, nueva cultura donde sus proyectos se quedaron en Argentina y tuvieron que arrancar de cero. En síntesis, «Partidos, voces del exilio» es una cinta que muestra las secuelas de un exilio, donde el sentimiento ambiguo de pertenencia sigue estando para algunos, la exploración constante en búsqueda del encuentro del hogar que no termina de llegar, la forzosa adaptación e incesante construcción de una vida que ya no es lo que era sobre una realidad que nos definía, junto a una percepción fuerte de una patria partida. Más que un documental político es un filme que contempla las consecuencias emocionales del desarraigo.
Con el subtítulo “voces del exilio”, la directora Silvia Florio aborda los testimonios de los que tuvieron que emigrar, fundamentalmente instalados en Madrid. Algunos tuvieron que huir con lo puesto, perseguidos por una militancia o por sus ideas condenadas en los años de plomo. Cada uno, de manera tan sincera como conmovedora cuenta porque se quedaron, si intentaron volver y luego regresaron, y también están los hijos, los que se criaron sin familia, con mucho silencio por años de parte de sus padres. Cada destino es singular, interesante y enternecedor. Pero además en ese libro que escribió Andres Habegger y la directora se instala la poesía, un poema que recita Hector Alterio en su último espectáculo, que se llama “Qué lástima” y pertenece a León Felipe. Esa inspiración de otro desarraigo que define este, con la fuerza intacta del dolor.
¡Qué lástima! Que no pudiendo cantar otras hazañas, porque no tengo una patria, ni una tierra provinciana (…) El extracto de uno de los versos del poeta León Felipe, traduce con maestría la angustia de quienes perdieron sus raíces y debieron reconstruir su identidad. Seres partidos y desmembrados tras el exilio de su lugar de origen, hacia otro país donde debieron volver a ser, pero de otra manera. En torno a la experiencia de ese exilio obligado por muchos argentinos y argentinas durante la dictadura cívico militar (1976-1983), trata el nuevo documental de la realizadora Silvia di Florio (Barboza, el sentimiento de abrazar; Anconetani). Con libro de Andrés Habegger y Di Florio y, a través de diversas entrevistas, la película recoge el testimonio de quienes debieron armar una nueva vida en España, principalmente, en las ciudades de Madrid y Barcelona dejando atrás sus afectos y sus sueños. También nos acerca el relato de sus hijos o hijas, divididos entre quienes nacieron afuera y los que partieron de pequeños sin saber qué pasaba. Mientras escuchamos sus historias, subyace la sensación y la dificultad que padecieron ante la falta de pertenencia (el “no soy de aquí ni soy de allá”) como de la frustración por lo que lucharon y dejaron a mitad de camino. Partidos, voces del exilio, pone en diálogo el pasado más oscuro de la Argentina con el presente actual de los exiliados en España, combinando imágenes rodadas en la ciudad de Buenos Aires y Madrid, a través de un recorrido poético y cercano a la experiencia traumática de los argentinos desterrados. Sobre esas marcas indelebles, las familias desmembradas son el denominador común en todos los protagonistas, como hace referencia la actriz Malena Alterio, hija del gran Héctor Alterio, exiliado en los setenta, quien además participa en el documental interpretando el poema ¡Qué lástima!, de Léon Felipe, el cual se intercala a lo largo del relato. Sin ningún tipo de intervención, la mirada empática de la realizadora pone de manifiesto el significado del desarraigo, en una película de tono coral muy bien musicalizada que entreteje el sentimiento compartido de sus entrevistados cuando se encuentran solos o solas frente a la existencia. PARTIDOS, VOCES DEL EXILIO Partidos, voces del exilio. Argentina/España, 2022. Dirección, guion y música: Silvia Di Florio. Edición: Marcela Sáenz. Fotografía: Gustavo Cataldi. Sonido: Carlos Olmedo. Duración: 67 minutos.
Filme documental que pone el foco en la diversidad de consecuencias que trae aparejado la necesidad de exiliarse, no tanto por decisión propia, sino como acto de supervivencia. Un tema poco frecuentado por la cinematografía nacional, no por eso menos importante. Para aquellos que vivimos esos
Un documental polifónico de Silvia Di Florio con Héctor Alterio Silvia Di Florio dirige este documental filmado entre Buenos Aires y Madrid que refleja las contradicciones a las que se enfrentan aquellos exiliados argentinos que abandonaron la Argentina durante la última dictadura cívico militar que gobernó entre 1976 y 1983. Basado en una idea de Juan Gastaldi, exiliado en Madrid, Partidos, voces del exilio (2022) se encuadra dentro del género documental testimonial. Un variopinto abanico de personas, que debieron dejar el país tras el golpe de Estado ocurrido en 1976, exponen frente a cámara la dualidad y los sentimientos contradictorios a los que se enfrentan ante la idea de no tener "patria". No son de acá, ni son de allá. Son como pasajeros en trance. Pero, Di Florio, que se centra exclusivamente en aquellos exiliados que se radicaron en Madrid, va más allá de quienes debieron irse de Argentina por cuestiones políticas, sino que también le da la palabra a los hijos e hijas. Esas personas, hoy ya adultas, que nacieron en el exilio, o eran muy pequeñas cuando debieron renunciar a su país natal. Así exhiben también su punto de vista frente a una situación que les atraviesa y les marca su existencia. Son dos generaciones en un limbo identitario a las que les cuesta definirse como parte de un solo lugar. Di Florio construye un relato polifónico que propone un diálogo entre Buenos Aires y Madrid a partir de una palabra que marca todo el relato: "patria". Una palabra con connotaciones simbólicas muy diferentes, pero que con una conclusión determinante que se unifica en el sentimiento de tener una identidad partida. Un sentimiento que atraviesa transversalmente todo el relato con la voz de Héctor Alterio en un elocuente recitado del poema Qué lástima de León Felipe.
La experiencia de haber dejado el país cuando la última dictadura militar ha sido narrada tanto en la ficción como en el documental, pero -por norma- de modo lateral, como un ingrediente. Aquí Di Fiorio, que sufrió ese exilio, lo cuenta a partir de testimonios de quienes tuvieron que quedarse en otra parte y, también, de sus hijos, lo que le otorga al tema una dimensión diferente aunque no del todo ambigua.
Los estragos de la última dictadura militar argentina ya son de público conocimiento. Para alejarse del horror, un gran número de ciudadanos pudieron escaparse a otros países. Tangos, el exilio de Gardel, de Pino Solanas, se centró en los argentinos que recalaron en París. El documental Partidos, voces del exilio le permite a la directora Silvia Di Fiorio adentrarse en los casos de quienes aterrizaron con lo justo en España, para empezar de nuevo. Los más veteranos recuerdan los pormenores de su llegada y de cómo dejaron atrás un país inestable y siniestro (algunos incluso llegaron a estar detenidos), y cómo a fines de los ‘70 fueron recibidos por una sociedad que recién salía de su época amarga, el Franquismo, y vivía por placer y libertad el Destape. Los que por entonces eran niños revelan sus experiencias en cuanto a la adaptación -otro acento, otras denominaciones, otras costumbres- y cómo crecieron sabiendo la situación de su llegada. Además, la realizadora presenta la mirada de los descendientes de los exiliados, que nacieron en España pero no ignoran el pasado familiar. A modo de separador de los testimonios, fragmentos de Héctor Alterio recitando el poema “Qué lástima”, de León Felipe. No es casual la participación del actor, un caso emblemático de exilio en España. De hecho, también presta sus palabras Malena, su hija y hoy también actriz, nacida en Buenos Aires pero mudada a Madrid con seis meses. Con la participación de Andrés Habegger en el guión, Partidos, voces del exilio muestra la intimidad de quienes dejaron Argentina y no volvieron, aunque no olvidaron sus raíces, y los frutos de esa nueva vida. Al mismo tiempo, ayuda a seguir ilustrando las consecuencias de uno de los episodios más oscuros de la historia del país.