Volver a reunir a dos de las estrellas más queridas de Hollywood, que desparraman encanto, ya es un atractivo único de la película y seguramente convocante para el público adulto. Tener a George Clooney y a Julia Roberts como amigos-enemigos, embarcados en una causa común, en un lugar tan turístico como Bali, trae aires de las tradicionales comedias del sistema de estrellas, con recursos ya vistos pero revalorados en un guión que une los gags físicos, las replicas chispeantes y la tensión romántica y emotiva en un engranaje que cautivará al espectador, amante del género. Dos padres divorciados, que asumen el matrimonio que tuvieron como el peor error de sus vidas, deciden unir fuerzas para que su hijita recién recibida de abogada no cometa un error como el que vivieron ellos. Es que la heredera fue de viaje de fin de curso a ese lugar de ensueño, se enamoró y decidió casarse de inmediato. Ahí van los distinguidos padres, él arquitecto, ella especialista en arte, unidos para un plan que pretende arruinar y desbaratar la boda. Todos los tópicos esperables de relaciones de padres a hijos, independencia y las cuentas pendientes de los adultos se ponen en juego con un final esperado pero que llega a buen puerto luego de brindar encanto, risas, emoción y lugares comunes. Lo que promete lo cumple.