En Pasaje al paraíso George Clooney y Julia Roberts desarrollan como productores la misma fórmula que implementó Adam Sandler junto a Drew Barrimore en Luna de miel en familia (Blended). Es decir, los protagonistas se juntan en alguna locación exótica para pasarla bien entre amigos y eso sirve como excusa para filmar una película.
La propuesta de Sandler tenía como escenario un complejo turístico de África, donde el humor se centraba en el choque cultural de los personajes dentro de ese contexto y la brecha generacional entre padres e hijos. Clooney y Roberts hacen exactamente lo mismo con la diferencia que la locación en este caso es Bali.
La excelente química que tiene entre sí consigue sacar adelanta una película que evoca el estilo de comedia romántica de enredos que fue popular en los años ´90. El director Ol Parker (A boy Called Christmas) toma esa influencia aunque su trabajo no llega a ser tan efectivo en materia de humor como lo fueron los títulos de ese período.
Como saboteadora de casamientos Julia fue mucho más graciosa en La boda de mi mejor amigo y Novia fugitiva, mientras que Clooney dentro del género le puso más onda a Un día especial junto a Michelle Pfeiffer. Probablemente porque se encontraba en los comienzos de su carrera y hoy saca una película cada tanto cuando tiene ganas.
De todos modos ambos consiguen brindar momentos amenos frente a un guión extremadamente predecible. Pasaje al paraíso no es una propuesta desopilante pero ofrece un entretenimiento decente para distraerse un rato con un espectáculo sencillo.