Ya lo he mencionado varias veces en este espacio en los últimos años: las comedias románticas están en extinción. Por ello parece que este film se escapó de la década del 90 y llegó derecho a 2022 enganchado de la sonrisa eterna de Julia Roberts. Junto a Goerge Clooney componen una pareja de estrellas de Hollywood de pedigree y otorgan lo que el público puede esperar de una propuesta así: un rejunte de clichés muy reconfortantes. Y sí, se trata de una "confort movie".
No analicemos mucho a los personajes y sus decisiones, no desmenucemos el guión, porque si lo hacemos, el análisis va a dar muy negativo. Aquí la premisa y el público target son muy claros. Quienes paguen su entrada (o luego la vean en una plataforma) buscarán la química de Roberts y Clooney, buscarán amor, buscarán besos, buscarán desencuentros, buscarán triángulos y un largo etcétera.Y lo encontrarán.
Al director Ol Parker, quien viene de dirigir Mamma Mia! Vamos otra vez (2018), le sienta bien este género y supo sacarles provecho a sus protagonistas. En cuanto a la puesta, no mucho para analizar. Tampoco sería correcto exigir demasiado para una propuesta así.
En síntesis, Pasaje al paraíso es un pequeño retorno al género que supo ser el mimado de Hollywood hace unos 20 años y que aquí podemos reencontrarlo.