Julia Roberts y George Clooney vuelven a unirse, esta vez dirigidos por Ol Parker para protagonizar una comedia romántica, un género medio olvidado en la pantalla grande que se extraña. La historia es simple; ellos son Georgia y David, un matrimonio divorciado hace 20 años que sólo convivió 5, y que desde esa instancia no pueden tener una relación cordial aunque esté su hija Lily (Kaitlyn Dever) frente a ellos. Lily se gradúa como Abogada por lo que resuelve hacer un viaje a Bali junto a su mejor amiga Wren Butler (Billie Lourd). La graduación hará que la ex pareja tenga que compartir el evento, y ni siquiera en ese momento feliz y excitante pueden dejar de pelear por lo que sea. Ya en Bali, Lily encuentra el amor en Gede (Maxime Bouttier), un cultivador de algas, y decide casarse rápidamente. Sus padres volarán a Bali para acompañarla en principio, aunque el viaje esconda otras intenciones. David está solo y Georgia tiene en el piloto Paul (Lucas Bravo) un amor que no la convence. Ya imaginamos de entrada el destino que tendrá este trío. Filmada en Queensland, Australia, con increíbles y paradisíacos escenarios naturales, la película tiene buenas intenciones, es simpática y sus protagonistas tienen una química notable gracias a muchos años de amistad, que traspasa la pantalla. Aunque sólo eso podemos rescatar de un guion (del propio Parker y Daniel Pipski) predecible que se vuelve ridículo por momentos. Se salvan los paisajes, el carisma de sus protagonistas y los bloopers que aparecen en los créditos, que son más graciosos que todo el film.