Cuando te salva el star-system.
Pasaje al paraíso es una comedia romántica protagonizada por los ganadores del Oscar George Clooney y Julia Roberts, como una pareja de divorciados que viajan a Bali para impedir que su hija se case. Dirigidos por el británico Ol Parker, y acompañados de Kaitlyn Dever, Maxime Bouttier, Lucas Bravo y Billie Lourd, entre otros.
La historia se centra en David (Clooney) y Georgia (Roberts), una pareja divorciada que vuelven a encontrarse en un viaje a Bali, donde van con el objetivo de que su hija no se case con un lugareño y cometa el mismo error que ellos. Pasando de la enemistad a una tregua en la que se vuelven cómplices, mientras se replantean las decisiones tomadas en el pasado.
Es necesario aclarar que la película cumple con todos los lugares comunes de las comedias de rematrimonio, que encuentran en La pícara puritana (The awful truth, Leo McCarey 1937) su máximo exponente. Y a diferencia de lo que el público puede esperar, la falta de originalidad y respeto por la fórmula hacen que funcione, gracias tanto a la sólida construcción de personajes como al carisma de su pareja protagónica, sacando el máximo provecho de la química existente entre ambos.
Pero el principal problema es que no le saca un mayor provecho a la slapstick comedy, desaprovechando un potencial enorme para los gags físicos, como sucede claramente en la escena del baile. Sacando así un mayor provecho de la elegancia urbana de esta pareja, los Cary Grant y Katherine Hepburn contemporáneos, en este paisaje selvático, con costumbres que les son ajenas. Así como también los personajes secundarios, que quedan deslucidos a la hora de reforzar sus roles de comic relief.
En conclusión, Pasaje al paraíso es una comedia romántica que funciona porque entretiene al espectador haciendo un buen uso de las reglas del género. Y permite, además, el lucimiento de su pareja protagónica, demostrando por qué, a pesar de los años, continúan siendo dos de las estrellas más importantes de Hollywood.