Identidades partidas
El cine vuelve a retratar una de las épocas más oscuras del pasado reciente en la Argentina. En este caso toma la última etapa de Montoneros antes del Golpe de Estado, la clandestinidad, muerte y exilio posterior de los sobrevivientes. Mario (Javier Godino), hijo de un ex militante que debió irse a vivir a España, regresa para contactarse con Miguel (Miguel Ángel Solá), su padre, luego de que éste sufriera una segunda embolia. Ya en su casa, Miguel demuestra que aun vive conectado con fuerza al pasado y por momentos le cuesta reconocer a su hijo, a quien ve como una amenaza o un enemigo. Mario, que desde bebé también fue llevado a tierras españolas, intenta un acercamiento con él, para tratar de terminar de cerrar y darle un sentido a su historia.