Pasajeros

Crítica de Camila Faija - Subjetiva

Cuántas chances hay de que un meteorito choque contra una nave espacial? Aparentemente, más de lo que uno esperaría. El director de Código enigma (2014), Morten Tyldum, vuelve de la mano de su nueva apuesta Pasajeros, concebida como un thriller romántico y sexy con el toque justo de acción. En este viaje lo acompaña la galardonada y mejor paga actriz de Hollywood Jennifer Lawrence, la heroína de la ciencia ficción, esta vez siguiendo los pasos de Sandra Bullock y su performance en Gravedad (2013). Sin las expectativas de un Armagedón (1997), Pasajeros resulta prometedora, empezando por su atípico argumento.

El Avalon es una nave espacial que transporta a cinco mil personas a una nueva vida en el planeta Homestead II. La llegada fue programada para 120 años después de dejar la Tierra, pero a tan sólo 30 de partir, la nave sufre un desperfecto técnico en sus cápsulas de hibernación luego de recibir el impacto de un gran meteorito. Como resultado: dos de sus pasajeros, Jim Preston, un humilde y brillante mecánico, y Aurora Lane, una periodista muy respetada, despiertan 90 años antes de llegar a destino. Mientras intentan descubrir qué hay detrás de esa falla, se enamoran sin poder negar la atracción que existe entre ambos hasta que se ven amenazados por el posible e inminente colapso de la nave, lo que los llevará a descubrir por qué despertaron.

La trama es diferente, lo que hace aún más tentador permanecer expectante en el asiento, antes de ver otra Perdidos en el espacio (1998) y salir corriendo. El hecho de tomar responsabilidad de sus propias decisiones es lo que mueve a los personajes en este caso -incluso si implicara no hacer nada al respecto-, renunciar a la vida en la Tierra y no ser obligados a ello. ¿Por qué? Si no era necesario. ¿Cómo sobrevivir ante estas circunstancias? Es la poca experiencia, la falta de conocimiento y lo que aún no ha sido comprobado de lo que es capaz el ser humano aquello que capta la atención y demuestra que vale la pena responder a esos interrogantes.

Por otro lado, la experiencia 3D casi que no tiene nada que envidiarle a la premiada Interestelar (2014). Aunque no está totalmente justificado -salvo que experimentar la sensación de falta de gravedad sea suficiente-, resulta atractivo sentir más cerca algunos aparatos futurísticos flotando. Sin tantos actores en escena, tiende a esperarse que el protagonismo vaya más por el lado de los efectos especiales, aun habiendo un soberbio desempeño actoral.

Oliver Stone dijo una vez que las películas pueden estar sujetas a un millón de interpretaciones. Está claro que más allá del modelo de ciencia ficción que Tyldum dirige, aborda un sentido algo más filosófico si se quiere: la sensación de permanecer varados en el espacio-tiempo, pensando en las probabilidades de tener un buen futuro en lugar de hacer lo mejor del presente. Pasajeros suma más puntos a favor que en contra, empero, se agrega a la larga lista de películas que no se convertirán en clásico y quedarán a la sombra de la interminable saga de Star Wars dentro del género. Aunque, a pesar del desafiante panorama en el mundo cinematográfico, tiene todas las de ganar para convertirse en una película épica.

PASAJEROS
Passengers. Estados Unidos, 2016.
Dirección: Morten Tyldum. Guión: Jon Spaihts. Música: Thomas Newman. Fotografía: Rodrigo Prieto. Intérpretes: Chris Pratt, Jennifer Lawrence, Michael Sheen, Laurence Fishburne, Andy García y Julee Cerda. Duración: 116 minutos.