Grata comedia donde se recupera al mejor Robert De Niro de los últimos tiempos
Nancy Meyers ha realizado sólo seis largometrajes, desde sus inicios en la dirección en 1998, con el rasgo común de ser todas sus películas comedias. Ha sabido rodearse de grandes actrices: Helen Hunt, Marisa Tomei, Diane Keaton, Meryl Streep, Cameron Diaz y Kate Winslet. Las dos últimas protagonizaron “El descanso. El amor no se toma descanso”, la que quizás sea su mejor realización hasta la fecha, en la que ambos personajes femeninos intercambiaban sus respectivas casas en Los Angeles (una mansión) y Londres (modesta casa en las afueras).
“Pasante de moda” (“The Intern”) también tiene una destacada actriz (Anne Hathaway), curiosamente en un papel que puede asociarse al que protagonizara junto a Meryl Streep en la célebre “El diablo viste a la moda”. En esta oportunidad ella es Jules Ostin, el alma mater de una empresa que diseña ropa y la vende por internet. Jules es una típica “workaholic” que se pasea por las oficinas de sus empleados en bicicleta. La incorporación de varios pasantes incluyendo uno jubilado, algo bastante habitual en los Estados Unidos, cambiará la vida de la joven. Más siendo Ben Whitaker interpretado por Robert Niro, en la que resulta su mejor actuación en los últimos diez años y con casi cien films en toda su carrera.
Ben es viudo y con muy buena comunicación con la gente mucho más joven que trabaja en la empresa. Vale la pena señalar los aciertos de “casting” de la directora y mencionar a algunos de ellos, juveniles actores: Andrew Rannells, Adam DeVine, Zack Pearlman, Chritina Scherer., con promisorio futuro.
La parte más débil del film es la que se refiere al matrimonio de Jules con Matt (Anders Holm), quien parece estar bastante ocioso ocupándose de la graciosa hija de ambos (Jojo Kushner). En la segunda hora del film se verá que no todo es lo que parece pero lamentablemente hacia el final una situación dramática tendrá un típico cierre hollywoodense, que bien podría haberse evitado o resuelto de otra manera.
Por suerte en “Pasante de moda” hay otras dos situaciones que involucran al personaje de De Niro respectivamente con Jules (en San Francisco) y con Fiona (René Russo), la masajista del establecimiento textil, ambas bien planteadas y mejor definidas.
El tema de la posible incorporación de un CEO (especie de Gerente General), a instancia de los inversionistas, permitirán comprobar la sabiduría de los consejos de Ben a Jules y confirmarán la gran actuación de Robert De Niro, luego de tantas películas anodinas en los últimos tiempos. Y que hay química entre él y la actriz de “Los miserables”.