Pasión inocente es la primera producción que se conoce en los cines argentinos del director Drake Doremus, quien realizó filmes independientes dentro de la comedia como Like Crazy y Douchebag.
Peliculas que se emitieron por canales de cable, pero no consiguieron distribución internacional. Con este nuevo proyecto eligió trabajar una de las temáticas más trilladas que se pueden encontrar en el cine.
Me refiero a la clásica historia del hombre maduro y casado que se enamora de una joven varios años menor que él.
Ya la hicieron Stanley Cubrick en Lolita (1962) y Luis Buñuel en Ese oscuro objeto del deseo (1977). Otra película recordada en este estilo, que solía ser un clásico del cable, fue Pasión sin límites (1993), con Cary Elwes y Alicia Silverstone en su máximo momento de fama.
Se pueden mencionar muchísimas películas más con este tema hasta armar un top 20 que también podría incluir propuestas del cine asiático.
La virtud de Pasión inocente es que el director Doremus logró evitar en su trabajo la gran mayoría de clichés que con el paso del tiempo fueron acumulando estos relatos. La única excepción es el viejo y querido pianito melancólico que no puede faltar en la música de estas producciones. Sería como ver una secuela de El vengador anónimo sin tiroteos. Inconcebible.
Pese al enorme desgaste que acarrean este tipo de conflictos, la película logra ser bastante llevadera por la narración del director y la excelente dupla que formaron Guy Pearce y Felicty Jones, quien había trabajado previamente con este realizador en Like crazy.
Pearce es quien se roba la película con su trabajo y logra hacer interesante una historia que no se destaca precisamente por su originalidad.
Sin embargo, el director logró superar este obstáculo al crear la tensión necesaria entre los personajes principales y evitar el exceso de melodrama, con el objetivo de hacer un poco más atractivo el conflicto.
No es la propuesta más interesante que se incorporó a la cartelera pero es una película que se deja ver especialmente por el trabajo que brindan los protagonistas.