Con apenas 37 años y después de graduarse con honores en estudios inter religiosos, Adolfo Roitman ha sido nombrado como curador de uno de los mayores descubrimientos arqueológicos del Siglo XX, los Rollos del Mar Muerto –la Biblia más antigua jamás hallada-. Ocupa este cargo desde 1994, desde hace ya más de veinte años, en el que además, debe oficiar como una especie de embajador, divulgando y estudiando los mensajes que se encuentran contenidos en estos fragmentos de piel animal que ya tienen más de dos mil años de antigüedad.
“PATERNAL”, es el barrio de Buenos Aires que le da título a este documental, y es precisamente donde él nació y donde fue criado en una familia de comerciantes y es precisamente esa geografía particular en la que comenzó a soñar con este proyecto –mezcla de religiosidad, libros e historia- que finalmente se ha concretado con esta designación de curaduría tan importante.
Pero Roitman es un hombre de intereses y pasiones múltiples y por lo tanto puede hablar con la misma energía de religión, del Santuario y de los templos Modernos, como de Maradona, el fútbol, su hermano músico o esa pulsión por el cine que parece haber heredado, casi sin saberlo, a partir de un viejo proyecto de su padre, que descubrió inconcluso.
Roitman tiene una personalidad sumamente atractiva, que genera un interés genuino por cada uno de los temas que va hilvanando el documental. Pero, por otra parte y al mismo tiempo, son tantas las facetas dentro de nuestro personaje central, que se hace difícil focalizar y desarrollar un objetivo central, un hilo conductor dentro de lo que Eduardo Yedlin como director, nos quiere contar.
Por esta razón, la narrativa se comporta de una manera bastante errática y algo dispersa, con un eje demasiado endeble y saltando en una diversidad de temas compleja de abarcar. Podemos ir desde el Santuario del Libro del Museo de Israel, hasta la cancha de Argentinos Juniors, la escuela primaria del protagonista, el propio barrio de Paternal o un encuentro religioso en Brasil.
Existe asimismo un abordaje de lo religioso tanto desde un punto de vista sumamente tradicional como de otro completamente descontracturado (nombrar a Maradona como Dios, por ejemplo o pensar a las canchas como un Templo) y en ese encuentro tan particular de la religiosidad como pueda concebirla cada uno, podemos encontrar un punto que en cierto modo va conectando la historia.
Sin dudas uno de los puntos fuertes del trabajo de Yedlin es la posibilidad que le ofrece Roitman, de acceder a los originales de los rollos del Mar Muerto, un documento sumamente venerado y que debe cuidarse al extremo y que como espectadores logramos acceder a través de este documental.
La personalidad de Roitman hace todo muy simple, en el sentido que su participación da fuerza y conduce fluida y espontáneamente cada tramo a lo que se suma la voz en off del director, narrando la historia e introduciéndonos a una diversidad de ceremonias religiosas y culturales que se entrecruzan en “PATERNAL”.
Como en un juego de espejos, al mismo tiempo que viajamos a Israel al Santuario del Museo del Libro en Jerusalem, el rabino Roitman viaja dentro de su historia personal y ve que la carta que ha encontrado de su padre donde volcaba en palabras su sueño de ser cineasta, queda logrado en su propia figura, en este documental del que somos espectadores y él es parte, como un homenaje a sus raíces, a su familia, a su religión.., y a su barrio de Paternal.