Profano y sagrado, casi lo mismo
Si hubo un descubrimiento arqueológico durante el siglo pasado que interesó a estudiosos de distintos orígenes y religiones, son los rollos encontrados en la zona del Mar Muerto, enterrados en vasijas que fueron fechadas hace casi dos mil años, por lo que se consideran los primeros textos del cristianismo y predecesores de todos los textos considerados sagrados por la gente que sigue esta religión.
La historia no es muy conocida para el público general, salvo que fueran lectores de la revista Muy Interesante en los 80s. Aún menos conocido es el hecho de que la persona encargada de la curaduríadel museo que los alberga, es un antropólogo nacido en el barrio porteño de Paternal. Y tiene mucho sentido: después de todo, el rabino Adolfo Roitman dedicó su vida al estudio de los orígenes históricos de las religiones, especialmente las tres grandes monoteístas que surgieron en las cercanías de la región donde fueron encontrados los rollos.
Pero su viaje empieza mucho más cerca, en las calles de su Paternal natal, donde además de revivir historias de infancia en algunos lugares que ya no existen, aprovecha a indagar sobre otra de sus pasiones y el misterioso poder que tiene entre sus seguidores, al punto que logra que lo consideren poco menos que otra religión: el fútbol.
Oportunamente es en ese mismo barrio donde tuvo sus orígenes el mayor profeta de esa fe pagana, dándole el pie a Roitman para hablar del deporte que tanto lo apasiona y del club del que es hincha, antes de embarcarse hacia su nueva tierra adoptiva para desandar el camino que hicieron los rollos desde que fueron descubiertos a mediados del siglo veinte, hasta llegar a ser su responsabilidad; pasando en el medio por varias manos con distintos intereses en mente.
En su sinuoso camino que recorre temas a primera vista desconectados, lo que sostiene a este documental es sin duda el gran carisma de su protagonista, capaz de sacarle lo solemne a lo académico y hablar con familiaridad de temas por los que la humanidad siempre encuentra útiles matarse unos a otros. El rabino Roitman trata con tanto respeto a las tradiciones cristianas y musulmanas como a la suya propia, claramente empecinado en difundir las grandes similitudes entre todas ellas, para sobreponerlas a las diferencias que habitualmente llevan al conflicto.
Menos evidente es su idea de conectar todo esto con el fútbol y los templos modernos que son sus estadios, pero aunque no esté desarrollada en este documental, quedan indicios de que es una idea que el erudito tiene mucho más estudiada que lo que se ve en la pantalla. Hace que la primera mitad de Paternal resulte bastante menos interesante que cuando se dedica realmente a contar y mostrar la historia de los rollos, rescatando del olvido al grupo de personas fuertemente religiosas que decidieron alejarse de los centros urbanos para preservar sus creencias y modo de vida tradicional, algo que no deja de tener actualidad.