Mar del Plata 2016: casas, fantasmas, fugas y rebeldías. Apacible es Paterson, de Jim Jarmusch, con un expresivo Adam Driver encarnando a un chofer de una línea de colectivos con vocación por la poesía y una mujer artista fascinada con las combinaciones del blanco y el negro. De un humor sutil y sosegado (apenas interferido por las efectistas intervenciones de un perro), como en otros trabajos de Jarmusch algo parece no andar bien en la rutina aparentemente idílica de los personajes. Cuando Paterson, que así se llama, escribe sus textos, o cuando observa y escucha pacientemente a la gente que lo rodea, el film se torna perspicaz, sin ceder nunca al sobresalto. En la vereda opuesta a la ansiedad que transmite el film de Assayas, Paterson es ceremonioso, con sus seres algo excéntricos pero calmos, como en cierta forma lo eran también los de Los límites del control (2009) y Sólo los amantes sobreviven (2013).