En el ciclo “El documental del mes”, que consiste en estrenar simultáneamente la misma realización del género en diferentes lugares del mundo, se conoció esta producción franco-canadiense del documentalista francés Denis Delestrac, también autor del guión junto a Harold Crooks.
Cuando guionaron optaron por titular a su trabajo, quizá irónicamente, “Pax americana” con referencia al período del Imperio Romano que los historiadores llaman “Pax romana”.
La época que abarcó “Pax romana” es contemporánea a la del comienzo de la Era Cristiana y consistió en una etapa en la que los romanos no tuvieron ni iniciaron guerras de expansión El ejército romano se limitó a “vigilar y proteger” a todos con quienes el Imperio tenía fronteras y a sofocar revueltas de sus sometidos (por ejemplo las del pueblo judío, que marcaron el inicio de su diáspora). El emperador Augusto apeló a toda la maquinaria de difusión de la época para instalar en la mente de la plebe los beneficios que traía aparejados vivir en esa paz.
Delestrac, presenta en este documental a la carrera armamentista del espacio y los avances del control del mismo por parte de los EE.UU. en pos de la paz mundial.
En los primeros minutos vemos como el país del Norte cuando uno de sus satélites es atacado por un misil chino se pone en la posición de “víctima”, lo que le servirá posteriormente para justificar su pretensión de ubicarse como “policía del mundo” para evitar que haya guerras que se desarrollen en el espacio. Por lo tanto, ése es el ámbito donde pondrá su esfuerzo (a un costo supermillonario) para tener el absoluto control y poder vigilar desde allí lo que sucede o tenga posibilidades de suceder.
Por supuesto que la misión “policiaca” de los EE.UU. está sostenida por una fuerte y costosísima campaña publicitaria dirigida a que toda la humanidad perciba los beneficios que traerá aparejados que ese país la proteja de sí misma.
Se ven en este documental los intentos, con la misma intención, que tuvo el régimen nazi cuyos científicos y especialistas en el tema llegaron, sin problemas después de la guerra, a EE.UU. para proseguir con el desarrollo de sus proyectos espaciales.
Hay mucha información en esta obra cinematográfica, también algunas revelaciones, variados testimonios y el mensaje bien claro que enviar al espacio satélites que en realidad son armas potentísimas pondrá al planeta en riesgo de un desastre de magnitud inimaginable que muy posiblemente lo lleve a la destrucción.
Los testimonios que se dan en pantalla son muy interesantes, pero quienes los dicen no son identificados mediante videograph y permanecen en el anonimato para la mayoría del público, salvo alguno que otro que es muy conocido como el caso de los activistas antibélicos Noam Chomsky y Martin Sheen.
Este documental tiene mucho de didáctico, como debe tenerlo toda obra del género, y posee dinamismo narrativo al tener un formato más televisivo que cinematográfico, pero se asemeja mucho a una tesis tanto de cine como científica y por lo tanto hay momentos en que no logra mantener la atención del espectador.