La venezolana Pelo Malo, dirigida por Mariana Rondón y ganadora de la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián de 2013, es una película sobre la iniciación y las heridas surgidas de la falta de amor entre una madre y un hijo.
Un peluquero a la derecha por favor
Junior (Samuel Lange Zambrano) es un niño de 9 años que se ha obsesionado con alisarse su ensortijado y rebelde cabello, para lucirlo en la foto escolar. Marta, su madre (Samantha Castillo), es viuda y se ha quedado sin su empleo de guardia de seguridad, tiene a su cargo a Junior y a su hermanito bebé y está bastante sola en la vida. Viven en un barrio humilde de Caracas y mientras ella insiste en recuperar su trabajo, tiene que hacer malabares para ver quién le hace el favor de cuidarle a sus hijos, ya que no tiene dinero para pagarle a una niñera. Junior sólo piensa en verse como sus cantantes favoritos y alisarse su pelo para esa foto. Lo que para él es una búsqueda de identidad, para su madre es un capricho y la posibilidad de que su hijo sea un “desviado”, lo cual la aterroriza. A su vez, la suegra de Marta y abuela de Junior, le ofrece dinero a cambio de criar al niño, y de paso consentir su pedido de alisarse el cabello.
Rapado
¿Puede una madre no querer a su hijo? Mariana Rondón trata con mucha sensibilidad este tema, sin caer en golpes bajos ni sensiblería barata. Afortunadamente, elude el lugar común de la mirada sobre la pobreza latinoamericana, tan explícita y desagradable como suele ser. Pero a la vez, retrata a partir de fragmentos (una noticia en la televisión, el paisaje urbano) una Caracas polarizada y poco inclusiva, donde pareciera que sólo existen dos modelos a seguir: el de Miss Venezuela para las niñas y el de militar para los niños. Lo mejor de esta película está en cómo capta el vínculo de los protagonistas. Una madre siempre crispaday homofóbica, que no ha aprendido a querer a su hijo y no entiende cómo acercársele, y Junior que -como él dice en un momento- lo ve todo, percibe la falta de amor y busca refugio en su abuela.
Conclusión
Pelo Malo es una historia pequeña, bien contada, que también deja ver con un guión prolijo que esquiva los lugares comunes y muestra la incomprensión de una madre con su hijo, la falta de amor y las heridas que eso genera. Las actuaciones de los protagonistas constituyen el aspecto más destacable de esta película, como también la decisión de eludir ciertos lugares comunes del cine latinoamericano