Un puñado de mujeres, una venganza, un encargo, y toda la violencia que se pueda encontrar en una película; son los insignias de "Pendeja, Payasa y Gorda" de Matías Szulanski. El año pasado, Matías Szulanski se encontraba presentando su ópera prima Remplazo incompleto, la cual jugaba con un humor negrísimo y hasta incómodo alrededor de la muerte.
Como si la necesidad de filmar le corriese por las venas, ya cuenta con su segundo opus, "Pendeja, Payasa y Gorda". Si bien ambos trabajos presentan marcadas diferencias, sobre todo en los tonos; no es extraño marcar varios paralelismos.
El humor negro, lo cuasi caricaturesco, y el amor por el under, dicen nuevamente presente. Pendeja, payasa y gorda es una película descarnada, trash, y salvajemente divertida. Una de esas producciones que no se ven todos los días en la gran pantalla. Pendeja, Payasa, y Gorda; no son las características de una mujer, son tres mujeres.
Empecemos por Natalia “La gorda” López (Mirta Wons, triunfante), una capo mafia que debe conseguir un riñón para su hermano, un sicario de poca monta que también trabaja para la otra mafiosa, Hernández (Claudia Schijman). Para esto, contrata a dos chicas, Pendeja (Ana Devin) y Payasa (Florencia Benitez). Ellas deben retirar un cadáver de la casa de Martín (Germán Tripel), otro que trabaja para ambas mafiosas, y extirparle los órganos. Por supuesto, todo será complicaciones.
Estas dos féminas jóvenes tiene personalidades contrapuestas. Pendeja es más inocente y hasta algo “quedada”.
Payasa es el rostro del feminismo, fuerte, aguerrida, madre, y peronista. Entre la dos hacen un buen balance. Es imposible enumerar la cantidad de referencias que maneja Pendeja, Payasa, y Gorda. Todo un catálogo de amor por el cine estilo clase B y directo a video está ahí. Algunas películas que son obras de culto popular, y otras para más memoriosos. Lo más llamativo de "Pendeja, Payasa, y Gorda" es, sin lugar a dudas, su estructura narrativa.
No hay una construcción lineal de hechos. Presentada en capítulos que mantienen una conexión entre los personajes, pero narrativamente independientes, va y viene en el tiempo, manejando los tiempos de un modo flexible. Por momentos pareciera que hay cosas que no tienen que ver con nada.
Paciencia, al final todo cobrará sentido. Es inevitable decir que este modo en que es estructurada nos trae a la memoria Pulp Fiction: Tiempos Violentos. El mundo de los mafiosos del bajo mundo con sus códigos (pero trasladado a la idiosincrasia local), y la violencia extrema, gritan a rabiar una admiración por la segunda película de Tarantino.
Pero tampoco deja de lado el amor hacia Corman y su estética deliberadamente barata y sucia, incoherente; y a Russ Meyer y sus Faster, Pussycat! Kill! Kill! Y Supervixens. El mundo de Pendeja, Payasa y Gorda es el femenino, el de las mujeres fuertes empuñando armas y tomando las decisiones. Una referencia local inmediata podría ser la gran Madraza estrenada este año.
Pero a diferencia de ese film, aquí no son mujeres abriéndose camino en un mundo de hombres; este es un mundo en el que las mujeres son las que pisan fuerte… la cabeza de los hombres, como en un film de Meyer. Cierta estética camp, aunque sucia, y trash punk, también nos lleva a Russ Meyer o al John Waters de los inicios. Mirta Wons se luce como La gorda Natalia, los mejores momentos corresponderán a ella.
Pero también se destacan el resto de las actrices femeninas, Devin, Benitez y Schijman. Todas entran al juego que promete la película, y cumplen con lo que propuesta pretende. Los hombres, si bien no están en un nivel actoral bajo, quedan relegados en el guion.
"Pendeja, Payasa y Gorda", resulta una bocanada de aire fresco en la cartelera. Una de esas películas que nos sentimos orgullosos puedan acceder a un estreno en salas. No tiene ningún reparo en mostrar lo que quiere, no hay límites, ni narrativos, ni estéticos; y a esa anarquía responde con un resultado destacado. Matías Szulanski demuestra ser un realizador atento a los detalles y con una gran claridad a la hora de saber qué es lo que quiere contar.
Pavada de mérito para alguien que en poco tiempo ya se anotó dos películas a tener en cuenta.