ASCENSO, CAÍDA Y REDENCIÓN
Bajo el tutelaje del cantante, compositor y productor Pablo Lescano, Rubén “Pepo” Castiñeiras, líder de Los Gedes, fue una de las figuras más relevantes de la cumbia villera, pero su carrera artística se vio opacada por problemas con el alcohol, las drogas y finalmente los vínculos con el delito, que lo terminaron llevando a la cárcel. Recién liberado -justo a tiempo para ver a su querido Racing salir campeón en 2014-, su mayor desafío será doble: volver a los escenarios con la misma energía que supo tener y mantenerse limpio, por el bien suyo y el de su familia.
Lo que cuenta Pepo: la última oportunidad es la típica historia de ascenso, caída y redención, donde el foco está en el tercer aspecto. Precisamente cuando el documental de Juan Irigoyen y Christian Jure no se desvía de su propósito, consigue revelar con soltura a esa personalidad tan disparatada como atractiva que es la de Pepo, alternando algunos momentos conmovedores (la despedida del padre en el Cilindro) con otros francamente desopilantes (la entrevista en Crónica TV se lleva todas las palmas). Incluso, hasta funciona como carta de presentación de un mundo con códigos y reglas muy particulares como es el de la cumbia villera.
Los problemas narrativos del film surgen con las referencias al pasado que Pepo intenta dejar atrás, en un regodeo innecesario. También se podría decir que falta un análisis más profundo sobre los dilemas y contradicciones del protagonista, con lo que se pierde la oportunidad de complejizarlo. Aún así, Pepo: la última oportunidad, casi sin querer, muestra cómo en su figura central conviven lo ficcional con lo natural, el gesto con la más absoluta transparencia, con el cine agrietando las divisiones entre las dos caras de una misma moneda.