Un asesino serial de mujeres siembra el terror en Los Angeles y mientras el joven detective Jim Baxter (Rami Malek) soporta la presión y trata de resolver los casos, Joe Deacon (Denzel Washington), otro policía cerca del retiro que cumple sus funciones en una comisaría en las afueras, que debe viajar a la ciudad para realizar un trámite judicial por otro caso, termina involucrándose en la investigación y lo que es más importante, saldar algunas cuentas con su pasodo que tiene que ver con el lugar que ocupa el novato Deacon. Son dos antagonistas que rivalizan por cuestiones de método, con diferencias de orden generacional y hasta de educación, una serie de elementos del policial clásico que Pequeños secretos honra a medias, apelando a buena parte del manual del género aunque con alguna vuelta interesante, que tiene que ver con Albert Sparma (Jared Leto), un fanático de la criminología y del procedimiento policial que claro, es además el principal sospechoso.
Con un puñado de referencias que se asientan principalmente en el cine de David Fincher, empezando por la ícónica Pecados capitales y también de la serie “Mind Hunter”, dos narraciones que tenían que ver con la naturaleza de los asesinos seriales y ambas con una pareja dispar pero complementaria a la fuerza que tratan de entener las motivaciones de los asesinos, la película es moderadamente innovadora cuando se decide, después de un relato sinuoso y desparejo, a dar vuelta el espejo e indagar en la conducta de los investigadores: Deacon con una brillante trayectoria que quedó trunca -de a poco y dificultosamente se irán develando las causas- y Baxter, tan brillante como su antecesor y con las mismas probabilidades de seguir su derrotero de errores.
En ese sentido el veterano policía no solo se convierte en una pieza fundamental para llegar hasta Sparma (buena caracterización de Leto) y dejar asentado que es el principal sospechoso, sino que por encima de la investigación, convertirse en una guía del joven detective y una contención para que no siga sus pasos y sobre todo, para que la obsesión por el trabajo no devore su vida.
La otra inovación del relato a cargo de John Lee Hancock (director de Emboscada final y Hambre de poder, guionista de Un mundo perfecto y Medianoche en el jardín del bien y del mal, ambas de Clint Eastwood) es hyasta cierto punto involuntaria y se trata de alinear a tres actores actores con registros bien diferentes. No hay sospresas con el trabajo de Washington, siempre solvente y aquí con una interpretación llena de matices para dar cuenta de la devastación del personaje, pero Malek es exactamente lo opuesto, componiendo desde la ampulosidad y el clisé más estándar. Lo que demuestra el buen manejo de actores de Hancock tal vez sea el equilibrio que logró con Leto, que demuestra ser un pivote eficaz entre los protagonistas y que contra todo pronóstico, hace un trabajo medido con un personaje que podría ser en sí mismo un festival del desborde y la sobractuación.
El balance final es que Pequeños secretos el de trhiller decente, que con pequeñas variaciones el espectador probablemente haya visto varias veces, pero como dice desde hace décadas una añeja presentadora de la televisión argentina, “el público se renueva”.
PEQUEÑOS SECRETOS
The Little Things. Estados Unidos, 2021.
Dirección y guion: John Lee Hancock. Intérpretes: Denzel Washington, Rami Malek, Jared Leto, Sofia Vassilieva, Natalie Morales, Terry Kinney, Michael Hyatt, Kerry O’Malley, Sheila Houlahan, Joris Jarsky, Dimiter D. Marinov, Jason James Richter. Fotografía: John Schwartzman. Música: Thomas Newman. Distribuidora. Warner Bros. Duración: 127 minutos.