John Lee Hancock, director de «The Founder» (2016), «Saving Mr. Banks» (2013) y «The Blind Side» (2009) nos presenta un policial situado en Los Ángeles de los años ’90 que además de presentarse en ese contexto, el mismo guion fue escrito por Hancock al principio de esa década. Esto le juega un poco en contra ya que presenta varias similitudes a otros grandes policiales de la época como «Seven» (1995) o «The Silence of the Lambs» (1991). Esta película de Hancock toma varios elementos de estas y otras películas de asesinos seriales y los implementa en un relato que comienza bien, pero empieza a naufragar del segundo acto para adelante.
El largometraje comienza presentando un posible secuestro de una joven que atraviesa el desierto en su auto durante la noche, y otro vehículo parece seguirla bien de cerca hasta que intentan atraparla en una estación de servicio. No vemos bien que pasa en ese momento, en esta especie de introducción de serie policial, y la acción nos traslada al presente donde se informa que un asesino serial ya se cobró su segunda víctima, y el detective Jim Baxter (Rami Malek) se encargará de la investigación. Baxter es un joven talentoso que se está abriendo paso a niveles agigantados dentro de la fuerza y comienza a intentar darle caza a este astuto asesino. El mismo contará con la ayuda de Joe Deacon (Denzel Washington), un sheriff al borde del retiro que tuvo su paso por la policía en el puesto de Baxter y tras un incidente decidió irse a un condado más apartado y oficiar de Sheriff. Esta pareja dispar (la cual sigue emulando de manera directa a los personajes de Brad Pitt y Morgan Freeman en «Seven») colaborará para intentar resolver el caso.
El film aglutina una enorme cantidad de lugares comunes que ya vimos en mejores relatos y otros del montón, dentro de los mejores ya mencionamos la película de Fincher y la de «The Silence of The Lambs», pero también recicla elementos de otros thrillers menores como es el caso de «The Bone Collector», protagonizado por el mismo Washington. Si bien el dúo protagónico logra dar actuaciones correctas, e incluso Jared Leto no desentona en la composición de su excéntrico personaje, ciertas conexiones entre ellos se sienten forzadas y poco desarrolladas como para terminar de resultar verosímiles dentro de la diégesis de la historia. El giro del final también resulta poco convincente y algo tirado de los pelos (incluso aquí se pueden ver la mayor cantidad de coincidencias de este film con «Pecados Capitales» con una escena similar a la de la caja ocurriendo también en el desierto) aunque resulta interesante ver el comportamiento de los personajes en dicha situación.
«Pequeños Secretos» resulta ser una película regular que se nutre de otros grandes thrillers noventosos y a la cual le juega en contra contar con un guion desarrollado en esa década ya que ciertos elementos se notan como fuera de época o desactualizados respecto a los avances socioculturales que tuvimos en estos 30 años. Una oportunidad fallida teniendo tanto talento delante y detrás de cámara.