DIOSES VS SEMIDIOSES
La idea que remite a la permanencia en el tiempo de los Dioses griegos hasta la fecha es muy atractiva, no solo porque se entra en el juego de la mitología y la realidad, sino porque en cierta manera la originalidad está presente y el inventivo imaginativo de los guionistas es mucho mayor. Lamentablemente esta cuestión esta totalmente desaprovechada en esta película que, regularmente dirigida, logra entretener sin permitirse desarrollar una base profunda como para seguir produciendo secuelas.
El rayo de Zeus ha sido robado y Percy, hijo de Poseidón, es el principal sospechoso de haberlo hecho. Este muchacho va a tratar de convencer a Hades de que él no es el ladrón para así poder liberar a su madre que ha sido raptada en el infierno.
Como adaptación de la novela homónima la cinta es muy regular, hay cuestiones que no se explican, hechos importantes que se pasan por alto, desarrollos muy superficiales y escenas totalmente cambiadas. Los personajes poseen una identidad diferente, sin emoción ni identidad propia. Es así como las actuaciones van de la mano del guión pero poco tienen que ver con las personas desarrolladas en el libro. Logan Lerman (Percy), está bien por momentos, pero su incorrecta dirección no le deja explorar el lado sentimental de su personaje, no se le da lugar a que salga del aventurero que repentinamente aprendió a ser.
El principal error de esta cinta es que es muy corta, lo que hace que se junten todos los pasajes y no se desarrollen otros más importantes para el entendimiento de la historia. Percy pasa de ser un adolescente con problemas de atención a un héroe medieval en tan solo cinco minutos, derrota a un minotauro casi con los ojos cerrados y entiende todo su pasado extremadamente rápido. No se permiten tiempos narrativos para explicar y profundizar charlas importantes ni mucho menos para ver las reacciones del protagonista a las repentinas experiencias vividas al principio de la cinta. Hay escenas muy mal dirigidas, la “muerte” de la madre o el jardín de Medusa, carentes de emoción y del espíritu mitológico necesario, respectivamente.
Aquí el villano no aparece hasta casi finalizada la proyección, por lo que no se desarrolla ningún tipo de suspenso ni temor por lo que va a pasar, en cambio se van presentando mini jefes (Medusa - Hydra), como si se tratase de un videojuego, que los protagonistas deben derrotar para seguir adelante con su rapidísimo recorrido por Estados Unidos, curiosamente el lugar donde se encuentran todos los caminos hacia el Olympo y el Infierno.
Las escenas dentro del jardín de la tía Elm son humillantes, no solo porque destruyeron miticamente la figura de Medusa haciéndola la criatura más sencilla de decapitar de la historia del cine, sino porque no se aprovecharon los recursos fotográficos ni actorales de los protagonistas, entre los que se encuentra Uma Thurman. Esto mismo sucede en las tomas en Las Vegas, cuya duración pudo haber sido aprovechada para contar y especificar otras cuestiones paralelas importantes a las planteadas.
Los efectos especiales son buenos, ayudan a que la historia mantenga un ritmo coherente y entretenido, las peleas a espadas están muy mal coreografiadas, un tutor de esgrima con más experiencia fue el gran ausente en dichas tomas, la edición es correcta y el trabajo de Columbus en la dirección regular, poco sorprendente y decepcionante.
“Percy Jackson y el Ladrón del Rayo” es una película que desmerece la lectura de la novela escrita por Rick Riordan, aunque la misma sea mucho más profunda y explícita en sus intensiones. Una cinta que desaprovechó los dotes actorales de Pierce Brosnan y Uma Thurman. Un film entretenido, pasatista, incompleto, rápido y superficial. Una primera parte regular, otro de los claros ejemplos donde leer es mucho mejor que mirar.
UNA ESCENA A DESTACAR: Hydra