Más allá de la mitología griega bastardeada por la mirada insulsa de Hollywood, la primera parte de la saga del supuesto heredero cinematográfico del mago Harry Potter logra buenos momentos de acción y de acumulación de efectos especiales aunque el relato a veces resulta un poco inconsistente con la permanente sensación de apresurar capítulos de una novela y condensar subtramas que quedan sin resolver...