Volvió Percy Jackson, el héroe que siempre sangra y queda magullado en todos sus combates, pero sana sus heridas a los dos segundos por milagro de Hollywood y los dioses griegos.
La verdad que da lástima lo que ocurrió con esta saga en el cine porque los estudios Fox nunca fueron conscientes del material que tenían en las manos y lo desperdiciaron por completo.
Rick Riordan, el autor de los libros, creó una serie literaria interesante que volvió a conectar a mucha gente joven con la mitología griega.
El concepto que propone Percy Jackson está buenísimo y las novelas presentaron conflictos atractivos que en el cine los volvieron más tontos.
Lo que podría haber sido una gran saga de fantasía hasta ahora resultaron dos filmes completamente olvidables que nadie va recordar en un par de años.
Si Fox hubiera tratado este material con la misma dedicación que Warner tuvo con Harry Potter, las películas de Percy Jackson podrían haber sido grandes producciones porque tenían desde lo argumental un enorme potencial.
Quiero aclararlo bien esto.
La nueva entrega no es una película mala pero no está a la altura del material que trabaja que podría haber brindado una propuesta superior.
Esta continuación es un poco más decente que el film anterior, aunque tampoco nos encontramos con grandes novedades ya que en el fondo no hicieron otra cosa que ofrecer más de lo mismo.
Pierce Brosnan, que interpretaba al centauro Quiron, se avivó y directamente ni participó de este film y fue reemplazado por Anthony Head, el Rey Pendragon de la serie Merlín.
Hasta Chris Columbus le soltó la mano a Percy Jackson y esta vez delegó la dirección en Thor Freudenthal, cuyo antecedente más conocido era la comedia infantil Hotel para perros.
El problema que tiene esta película es que repite la misma fórmula que la anterior y no hay un crecimiento o evolución del personaje principal.
En la saga Potter con el transcurso de las secuelas las tramas se volvían más oscuras y veíamos crecer y desarrollarse a los protagonistas.
En esta nueva producción incorporaron nuevos personajes pero no hay grandes novedades y desde la realización tampoco lograron que uno se apasione con el universo fantástico que propone este relato.
Por otra parte los efectos especiales son irregulares. Hay escenas que están muy bien elaboradas como la batalla final con el villano Kronos y otras que se ven más truchas como el toro mecánico que aparece en el comienzo de la historia.
Como entretenimiento pochoclero zafa pero es una pena que los dos filmes que hicieron con Percy Jackson hasta ahora no le hicieron justicia a la obra original.