Esta bienvenida película italiana explora con humor el derrumbe de la amistad y de la pareja ante el uso de la tecnología en una cena que se reserva secretos y sorpresas.
Una cena entre matrimonios puede deparar alegrías y sorpresas, y es lo que sucede en Perfectos desconocidos, la película italiana que explora con humor el derrumbe de las relaciones de pareja ante un juego inesperado y peligroso.
En una noche de eclipse de luna, el matrimonio integrado por Rocco -Marco Giallini-, un cirujano plástico, y Eva -Kasia Smutniak-, una terapeuta, con una hija adolescente, se convierte en anfitrión de una cena en su casa. Allí reciben a los recién casados Bianca -Alba Rohrwacher- y Cosimo -Edoardo Leo-; el matrimonio de Lele -Valerio Mastandrea- y Charlotte -Anna Foglietta-, y Peppe -Giuseppe Battiston-, un profesor de gimnasia soltero. Durante el encuentro, y a manera de juego, deciden exponer las llamadas y los mensajes que ingresen esa noche a sus celulares para que todos puedan escucharlos en altavoz, sin imaginar que eso desatará el caos.
El film de Paolo Genovese respira un atmósfera teatral y desarrolla la acción entre el living de la casa, el balcón y pocos exteriores, navegando entre el humor, los enredos que generan situaciones inesperadas y el cruce de personajes de diferentes intereses y ocupaciones pero con la misma intención de tratar de sobrevivir como pueden a esa noche fatal.
Sexo, pareja, soledad, amistades, celos y preocupación por los hijos adolescentes, son algunas de las charlas que mantendrán en esa jornada inolvidable en la que algunas complicidades y secretos se suceden en un interminable enredo digno de la mejor comedia con trazos dramáticos.
Con diálogos afilados y graciosos, y actuaciones entrañables, el clima de alegría y reencuentro va liberando las zonas más oscuras de cada uno de ellos, vidas privadas y secretas que surjen sin tapujos cambiando los códigos de la amistad. Con buenas actuaciones, entre la entrada, las pastas y el postre, las sombras saldrán a la luz en esta velada que nadie olvidará. Y los celulares, nuevamente serán protagonistas.