Después de haber batido récords de taquilla en Italia, se estrenó ayer este film de Paolo Genovese. Un grupo de amigos (tres parejas y un hombre que no quiere presentar a la suya) se reúnen a cenar en casa de uno de los matrimonios y alguien propone que durante la cena se pongan los celulares sobre la mesa y se compartan las llamadas y mensajes que cada uno reciba.
Desde este planteo se construye un film que fluctúa entre momentos desopilantes, simpáticos y otros más débiles y menos verosímiles, pero que no deja de resultar atendible (si bien parece teatro filmado) por la calidad de su elenco y la temática que, con una excusa actual, indaga -aunque levemente- en la condición humana.