Después de realizar varios documentales que vinculan a la comunidad judía con la Argentina como «El Pacto del Silencio (Asesino)», sobre los desaparecidos judíos durante la última dictadura militar o «Palos en las ruedas», sobre los obstáculos impuestos a las investigaciones de los atentados a la Embajada de Israel en Argentina y a la AMIA, el director Shlomo Szlutzky vuelve a ahondar en estas cuestiones con una obra mucho más personal.
«Perón y los judíos» viene a tratar de responder un interrogante que le plantearon amigos del realizador, quienes acusaron a su padre de haber sido «otro judío gorila» en los años ‘50. Es así como él se propuso investigar sobre el verdadero ADN de su progenitor, quien falleció en 1983.
A lo largo del documental, nos encontraremos con una pluralidad de testimonios argentinos e israelíes que relatan la época presidida por Juan Domingo Perón, tanto a favor como en contra. No se trata de un documental tendencioso, sino que busca aportar distintas miradas sobre el mismo momento vivido, a partir de opiniones de historiadores, filósofos, personalidades de la cultura o personas que crecieron durante este gobierno y que hasta conocieron a su papá. Más allá de los datos fehacientes que puede proporcionar la película, todo pasa más por los sentimientos de aquellos testigos, algo que una figura como la de Perón sin duda despierta en los argentinos. Se la ama o se la odia, no suele generar grises. Esta pasión, para bien o para mal, traspasa los relatos de cada entrevistado.
En este sentido, la película busca ahondar, también y de alguna manera, en el origen de la tan presente grieta que atañe a la sociedad por nuestros días. No se siente como una historia tan lejana, a pesar del tiempo transcurrido, sino que se trata de una discusión que sigue vigente hasta la actualidad.
Las entrevistas se mezclan con material de archivo, como fotos o videos, para terminar de contextualizar la época de los ‘50. Además, se realiza un seguimiento al director mientras va reconstruyendo la vida de la Argentina pero también su propia vida y la de su familia.
Por otro lado, la voz en off del propio Szlutzky funciona como un hilo que conecta las distintas entrevistas con los hechos ocurridos en el pasado, como también reflexiona sobre algunas cuestiones y hace alguna que otra aclaración cuando es necesario. Su voz, un castellano con acento israelí, le otorga un sello particular al relato, dejando entrever esa mezcla de cultura e identidades.
En síntesis, «Perón y los judíos» es de esos documentales que nacen a partir de un interrogante personal, donde el propio director busca alguna respuesta determinada sobre el planteo inicial pero que también intenta abarcar una temática mucho más amplia que involucra a todas las personas en circunstancias similares. En este caso, a todas aquellas familias judías que vivieron en la Argentina durante la época de Perón para contar sus experiencias, vivencias y percepciones. Si bien su realización es bastante convencional, es un documental que desborda sentimiento gracias a sus testimonios valiosos y a la voz en off.