Dos grandes se divierten
Para pagar el transplante de su novia enferma, un ex hampón decide dar un golpe imposible: robar un camión lleno de droga a un terrible jefe gangster. La trama tal vez no sea demasiado elaborada, pero da lugar a una serie de escenas de acción extraordinarias, especialmente en lo que tiene que ver con choques y persecuciones automovilísticas, además de balaceras y peleas filmadas con imaginación. Pero esto no es lo único que tiene para ofrecer "Collide": la película ofrece un extraño duelo actoral entre dos grandes intérpretes, Anthony Hopkins y Ben Kingsley, a quienes uno esperaría ver juntos en algún asunto más serio que éste. Pero este es el detalle que los debe de haber hecho aceptar esta película, la diversión.
Hopkins es un magnate. ocupado presuntamente en negocios legales, aunque en realidad es un narco y un asesino, mientras que Kinglsey es el mafioso turco que le distribuye las drogas por las calles de Alemania, país donde transcurre la acción. Ambos intérpretes tienen sus momentos de locura y maldad, pero desde luego el verdadero protagonista es Nicholas Hoult, a cargo de chocar autos en su desesperada huída. "Collide" es un buen entretenimiento.