Personal Shopper: Demonios Internos.
Olivier Assayas nos trae un relato intimista que pasa por una extraña pero interesante y reflexiva mezcla de géneros.
Personal Shopper es una película que busca crear sensaciones, más que transmitir un mensaje cerrado y aleccionador. Es un film que está más interesado en crear atmosferas que en desarrollar un film cerrado.
En la siguiente reseña les puedo detallar parte de la trama pero para aquellos cinéfilos y espectadores acostumbrados al cine de Olivier Assayas se darán cuenta que no suma ni se revela nada adicional a la experiencia cinematográfica que puede darnos el film.
Maureen (Kirsten Stewart), es una joven estadounidense que se encuentra viviendo en Paris. Su trabajo, como bien lo indica el titulo, es hacerse cargo del guardarropas de una celebridad francesa. Aunque no le gusta su trabajo, es lo único que encontró para su pagar su estancia mientras espera una manifestación del espíritu de Lewis, su hermano gemelo fallecido recientemente. Al mismo tiempo, Maureen comienza entonces a recibir extraños mensajes en su teléfono celular y algunas apariciones en la casa en la que reside.
Personal Shopper es una película bastante extraña y peculiar. Si bien Assayas siempre fue un vinculado al cine más inteligente y reflexivo, alejado de todo convencionalismo, en esta oportunidad nos encontramos ante su film más extravagante.
La película realiza una mezcla de géneros, pasando por el thriller psicológico, con tintes dramáticos, hasta el suspenso sobrenatural. La atmosfera fría y enrarecida nos hace preguntarnos, por momentos, si el entorno es un reflejo de la psicología de Maureen o si en verdad esos acontecimientos están teniendo lugar. En varios momentos nos planteamos si las apariciones o demonios que está combatiendo son demonios literales o internos. La ambigüedad siempre está a la orden del día durante el transcurso del film. Una escena nos hace pensar una cosa y la siguiente otra diferente. Esto, a algunos espectadores les parecerá atrapante y a otros fastidioso.
Lo que hay que dejar bien en claro es que no nos encontramos ante una historia lineal y convencional de narrativa clásica, sino que el director nos invita a atravesar por la misma confusión que su protagonista.
Maureen atraviesa por momentos sobrenaturales y mensajes extraños cuyo emisor desconocemos (Quizás nos encontramos ante una metáfora relacionada a las nuevas tecnologías y el espacio que ocupan en nuestras vidas cotidianas).
Kristen Stewart realiza un gran trabajo, merito de Assayas, en una película complicada que invita a la reflexión y que seguramente tenga al público dividido. Sin ir más lejos, la cinta fue abucheada en su screening en Cannes, pero le significó el premio al Mejor Director en dicho festival.
En otras palabras, “Personal Shopper” es un film inteligente, por momentos confuso, pero que promueve a los espectadores a pensar y sacar sus propias conclusiones e interpretaciones.