Personas que no son yo: el amor en los tiempos de los millennials
La jovencísima Hadas Ben Aroya logra con este film un contacto íntimo con el espectador y se luce con su interpretación de una chica que tras pelearse con su novio busca el amor, el sexo, la distracción o todo eso junto, sin lograr una verdadera conexión emocional con otros.
El potencial de la realizadora israelí es claro y entusiasma, pero su película resulta poco más que un ejercicio narcisista, centrado en la puesta en escena de las neurosis generacionales y también en la insistencia en la exposición de su propio cuerpo. La presencia del humor en ciertas situaciones es muy bienvenida y relaja un poco la sensación deprimente que genera un retrato convincente de las relaciones entre millennials.