Uno, dos, aquí vengo otra vez más...
Esta remake de la original "Pesadilla en lo profundo de la noche", de 1984, tiene a un nuevo actor en el papel de Freddie Krueger y pocos cambios más.
En el avance cronológico de las remakes -y agotadas casi todas las de los '70-, era obvio que tarde o temprano iba a tocarle a Pesadilla en lo profundo de la noche, aquel perturbador filme de Wes Craven de 1984 sobre los crímenes de un tal Freddie Krueger, que durante años llevó el rostro (severamente quemado, es decir, maquillado) de Robert Englund.
Lo mejor que hicieron los productores de la remake (entre los que se cuenta Michael Bay) fue elegir a un actor que genuinamente causa miedo para reemplazarlo. Se trata de Jackie Earl Haley, el pedófilo de Secretos íntimos o el mismísimo Rorschach de Watchmen. Pero los esfuerzos del enjuto Haley no alcanzan.
La trama no se ha modificado demasiado de la original. Krueger aparece en los sueños de un grupo de adolescentes y es allí donde puede matarlos. Ellos, en tanto, intentan permanecer despiertos la mayor cantidad de tiempo posible y así tratan de descubrir quién es el sujeto que los tortura en sus pesadillas y porqué.
Y así irán cayendo, amigo tras amigo, todos conectados a un hecho del pasado que desconocen y que, claro, los une al misterioso y "afilado" Freddie.
Los recursos son los mismos de antaño y más allá de algunas mejoras obvias en los efectos especiales, no hay muchas sorpresas en un filme que trata sustos de 26 años atrás (el ya típico ruido de las cuchillas de Krueger sobre la pared o su perversa cancioncita de una) como si fueran novedades.
Tomando en cuenta el éxito de su estreno en los Estados Unidos, es obvio que hay un mercado dispuesto a consumir refritos de éxitos del pasado, especialmente si no vieron los otros ocho capítulos de la saga. Para los que pasamos por todos (o casi todos) ellos, esta nueva pesadilla (el título local, Pesadilla en la calle Elm, esta vez sí respeta el original), no es otra cosa que un "cover" hecho por una banda menor de un tema que, en algún momento, fue original.