La evolución del cine de terror en los últimos 10 años ha sido lamentable. Dejando de lado algunas joyas indiscutibles del género, tras el gran deterioro del horror como fuente de ideas cinematográficas y de fracasos respecto a historias nuevas y diferentes, Hollywood se ha tomado el atrevimiento de retomar el éxito de sagas y películas pasadas con el fin de cubrir gastos y mantener una ganancia económica que justifique el empobrecimiento de ideas y buenas historias.