Esta inquietante producción franco-canadiense coloca nuevamente al director Pascal Laugier -Martyrs- como un cultor del género de terrorcon su potente cóctel de violencia.
En Pesadilla en el infierno las jóvenes hermanas Beth y Vera heredan, junto a su madre, un viejo caserón de una tía fallecida y coleccionista de muñecas. La presencia de una camioneta en la puerta con dos personajes siniestros que ingresan al hogar se anuncia como el comienzo del horror.
Algo similar vimos recientemente en Los extraños 2: Cacería nocturna, pero este filme instala el suspenso entre títulos estilo "home invasion" y tortura con dos feroces "serial killers": el ogro gigantesco y la asesina trans.
La acción se desarrolla 16 años después del trágico suceso ocurrido en esa casa, cuando Beth, quien se ha convertido en una exitosa escritora en Los Angeles y es amante de Lovecraft y Vera, que no superó el trauma, se unen una vez más en este "tesoro heredado" y comienzan a suceder hechos extraños.
La película tiene una estructura narrativa atrapante y cuenta con elementos que el público seguidor de emociones fuertes espera: muñecas siniestras, presencias asesinas, un casa fantasmagórica que asusta y pesadillas enhebradas con astucia gracias a un guión tramposo que se guarda giros inesperados y que coloca a la historia patas hacia arriba.
Perturbadora y con el espíritu slasher de los años setenta y ochenta, Pesadilla en el infiernocumple sobradamente con las expectativas y obliga a poner doble cerradura en este encriptado juego macabro.