Es interesante ver como, a lo largo de los años, Diego Capusotto nos muestra, por lo menos juzgándolo a simple vista, una capacidad de renovación humorística sorprendente. Y sin embargo, una renovación que no por ello conlleva un quiebre abrupto dentro de su núcleo paródico, irónico, ácido, lisérgico, como se suele llamar...