Star Wars mágica
En una época donde los orígenes de los personajes de cuentos están siendo re versionados, era imposible que Peter Pan no llegará. Blancanieves, Caperucita roja, La bella durmiente (Malefica), entre otras habían tenido sus reboots mucho más oscuros. En este caso hay que destacar que Peter Pan no va por ese lado, sino que explora los orígenes del niño del Nunca jamás, pero de forma mucho más suave.
Está claro que John Whright, un director que ya había tenido experiencias previas en adaptaciones literarias como Orgullo y Prejuicio (Pride and Prejudice, 2005) o Ana Katerina -2012- tuvo una fuerte influencia en la miniserie de SyFy, Neverland.
El argumento es similar: un joven Peter Pan situado en un orfanato de Londres antes de ser secuestrado y llevado a Nunca Jamás, con un destino de convertirse en el mesías de ese mundo, plagado de criaturas extrañas, magia y hadas. Además de tener a Garfio –O Hook, como se lo llama en la versión original – quien es su amigo.
Olvídense de Wendy o Campanita (quien tiene sus breves segundos en pantalla) porque esta historia de origen relata cómo un tímido y abandonado Peter Pan -Levi Miller- se convierte en ese intrépido niño que todos conocemos. El director arriesgó darle el protagónico a este joven actor, que brinda un tierno Peter Pan y se lo ve evolucionar.
Y como toda historia tiene su villano, es esplendida la actuación sobria y por momentos infantil de Hugh Jackman como Barbanegra, en los trailers parece no verse tan malvado como es pero conforme avanza la trama se evidencia que realmente tiene maldad. Ese enfoque es el que vuelve esta reversión diferente al resto de los cuentos, donde la línea entre el bien y el mal es bastante delgada, mientras que acá los héroes y villanos están bien definidos.
Con respecto a Garrett Hedlund, en el papel de Garfio, es difícil imaginar que este personaje se convierta en el peor enemigo de Pan. Su interpretación por momentos parece al de un Indiana Jones, aunque con tintes de Han Solo. Creo que faltó un poco de química con Rooney Mara (Tiger Lily) quien constantemente se mostraba durante todo el film reacia a cruzar palabra con él. Aunque sobre el final deja evidenciar que después de todo sentía algo, hasta incluso parece que el director no se permitió que haya beso entre ambos.
Con el cambio de etnia de Tiger Lily, donde se eligió que fuese caucásica en vez de mestiza, cabe mencionar que Wright lo hizo como respuesta por volver de color a personajes caucásicos. Ejemplos hay de sobra como en el caso del género de superhéroes, donde actualmente muchas veces son puntos de debate. El de Rooney Mara no fue la excepción, aunque en el metraje no pareció ser un problema.
Los personajes no tendrían su encanto de no ser por la excelente fotografía colorida que el film nos brinda por escena, aunque el 3D no es más que un gasto adicional y no aporta prácticamente nada. Si hay tres escenas es mucho, para aquel que quiera verlo en formato tradicional, que lo haga, ya que no se pierde de nada.
En conclusión, hay que ver cómo avanza la historia y si se animan a una secuela. Parece que el director apenas quiso arriesgarse, aunque al final le hubiese agregado algún otro conflicto. Faltó eso: un final abierto.