A la búsqueda de la inocencia
Nueva incursión en el clásico infantil del escocés James Matthew Barrie, porque a medida que avanzan los años la historia se debe acercar a las nuevas generaciones ¿verdad?, y si bien la última adaptación cinematográfica que realizó Steven Spielberg en Hook (1991) no funcionó en el público, la más cercana en dibujos animados Jake & los piratas del país de Nunca Jamás (2011) tomó parte del imaginario relacionado con los piratas de manera correcta, derivando en la lógica necesidad de una nueva puesta al día.
Y para Joe Wright la oportunidad se presentó con Peter Pan (Pan, 2015) para nada mejor que hacerlo desde un punto hasta ahora desconocido, la amistad entre Peter Pan (Levi Miller) y Garfio (Garrett Hedlund) cuando el primero es llevado por Barba Negra (Hugh Jackman) a la tierra de Nunca Jamás a trabajar en una misteriosa mina.
Pan es llevado pese a su resistencia, a un misterioso barco volador que tendrá como destino Nunca Jamás, y en donde miles de niños son sumados a la dificultosa tarea de poder encontrar en oscuras minas “pixies”, mejor conocido como el “poder” con el que las hadas obtienen sus encantos y que Barba Negra lo utiliza para “rejuvenecer”. Ni bien llega al lugar, Pan entablará una relación de amor/odio con Garfio, uno de los más antiguos buscadores de “pixies”, con quien intentará encontrar a su madre, que lo abandonó en el orfanato, para poder liberar y liberarse de la esclavitud de Barba Negra y sus siniestros planes. Junto a ellos se sumará una líder tribal llamada Tigra (Rooney Mara), quien guiará a la dupla hacia la tierra de las hadas para lograr el objetivo y que además acercará la película al público femenino.
El preciso guión de Jason Fuchs, le posibilita a Joe Wright crear un universo mágico con claras reminiscencias a películas de aventuras de los años ochenta (no por nada Garfio tiene un registro muy a lo Indiana Jones), y con un despliegue visual y una reconstrucción de época única (segunda Guerra Mundial) además de una creativa narración que por momentos avanza digresivamente para luego terminar en un espectáculo que se apropia de la cultura popular para construir su verosímil (ingeniosa utilización de canciones contemporáneas como cantos de trabajo y lucha de los piratas), que harán de esta propuesta un nostálgico entretenimiento que puede sustentar sus ideas, gracias –también- a las solventes actuaciones protagónicas y algunos secundarios.
Peter Pan es una interesante puesta al día de una historia conocida pero que en la posibilidad de narrar algo nuevo y desconocido supera –justamente- la traba de trabajar sobre aquello ya visto.