Tomando un personaje de cuento clásico ingles creado por la escritora e ilustradora Beatrix Potter en 1902 -que sirvió de inspiración para que la Warner de vida a Bugs Bunny muchos años después-, el director Will Gluck -Annie- le rinde tributo con esta adaptación contemporánea que mezcla con eficiencia personajes y entornos reales con animación, para narrar las aventuras de este rebelde, travieso y adorable conejo que viste chaqueta azul -al estilo Paddington- y que junto a sus hermanas y primo luchan por conseguir los preciados productos de la granja del malvado señor McGregor.
Ambientada en Inglaterra, y con numerosas referencias a la obra original de Potter -como las atractivas y oportunas animaciones en 2D y cuadros que aparecen-, Las travesuras de Peter Rabbit se destaca por una extraordinaria animación de los animales con chaquetas que los vuelven completamente verosímiles -con marcadas influencias del oso Paddington-, y una trama sencilla que avanza de manera fluida.
Una entretenida comedia familiar, con algunos clichés melodramáticos al estilo Disney y bastante predecible pero que va equilibrando, al ritmo de hip hop y éxitos musicales Pop del momento, la aventura, humor, cierta parodia a los clichés de películas de acción y hasta una historia de amor.
Las travesuras de Peter Rabbitno llega a ser tan encantadora como el oso Paddington, pero cumple con su cometido de entretener a niños y adultos por igual sin mayores pretensiones.
Una mención aparte para el guiño adulto que reposa sobre el atormentado y depresivo gallo, que cada mañana vuelve a despertarse lamentando y padeciendo sus actos cometidos el día anterior a la espera de que cada noche sea su última.