Las travesuras de Peter Rabbit

Crítica de Leonardo M. D’Espósito - Revista Noticias

60

Esta película no es, verá por el puntaje, la mejor de la semana. Sin embargo, sirve para ver una cierta tendencia en el cine comercial estadounidense de hoy que es útil señalar. Los libros sobre Peter Rabbit de la británica Beatrix Potter son bellezas ilustradas con algo de humor y bastante ternura (a veces demasiada, es cierto). Pero carecen de esa mezcla de ironía y astracanada que, traducida a porteño básico, podemos llamar “piolada”. Y aquí Peter es un piola bárbaro, aunque con bastante torpeza. El territorio de los conejitos tomado por humanos y que debe reconquistarse se transforma en una película que intenta la comicidad directa a través del golpe y porrazo, el guiño para adultos, la velocidad y cierta -cierta, subrayemos- ironía lateral. Resultado: queda bastante poco de la ternura del original, y si bien está bien bajarle la sacarina al asunto, aquí el realizador se pasó de la línea. Por cierto tiene buenos momentos, lugares donde se ríe de modo franco y la animación es perfecta, pero eso ya no es novedad. Lo que queda es la idea de la adaptación de todo a la sensibilidad contemporánea más ramplona, cuando el mérito es transmitir al espectador de hoy otras sensibilidades que parecen extintas. Da un poco de tristeza ver a Domnall Gleeson haciendo papeles cada vez peor dirigidos, cuando es un actor con méritos incluso para ser aprovechados en la comedia reidera. Los chicos se divierten, eso sí, y alguna entrada se vende.