Pecados de Juventud:
Siempre decimos que la santa Madre Iglesia alguna vez deberá expiar, confesar y hacerse cargo de sus horrendos pecados. La trama argumental de este filme de Stephen Frears (Relaciones peligrosas, Alta Fidelidad, La reina, etc) cuenta el caso real de Philomena Lee, una joven irlandesa que a mediados de los años 50 es obligada a ser desterrada de su familia a un convento por ingrato pago de haber sido madre soltera y joven, y a entregar su bebé a las monjas del convento de Roscrea, quienes luego lo venden -como a tantos otros niños- a acaudalados estadounidenses. Media década más tarde, la mujer hoy ya sexagenaria intentará salir de su negación -se puede llamar también resignación- y buscará a su hijo, ayudada por un periodista tan ateo como cínico, y en su arrogancia la cara opuesta de la mujer.
La relación entre estas dos personas tan distintas, tan peculiares, ofrece otra significativa extraña pareja que también quedará imborrable para el cinéfilo y/o el espectador común. Los diálogos a veces medidos, llenos de ternura y con humor -pese a todo-, quedan al decir de la inmensa Judi Dench, que extiende otro papel mayúsculo a su carrera fílmica como la protagonista. Simplemente magistral! En tanto su aliado a cargo de Steve Coogan -coautor del guión también- es magnífico.
El filme no llega en ningún momento a ser sensiblero afortunadamente, sino conmovedor, casi una "road-movie" de búsqueda, en la cual no se sabe bien cual será el final. Toda una gran película, honesta y necesaria.