Este documental de Daniel Rosenfeld (Cornelia frente al espejo) intenta una aproximación a la vida más que a la música de Astor Piazzolla, refiriendo, tendiendo cabos entre sus experiencias personales, sus viajes y relaciones.
Pero por supuesto que si la música, y el tango –su tango- lo atravesó, ésta tiene un lugar privilegiado en Piazzolla, los años del tiburón (mejor descubrir el porqué del título viendo la película).
Rosenfeld es un documentalista obsesivo, si se quiere fuera de lo común, en el sentido de que sus trabajos no suelen parecerse unos a otros, y le escapa al formato clásico o convencional. Aquí ha contado con un material invalorable: cintas de audio y entrevistas a Piazzolla hechas por su hija, Diana (el bandoneonista falleció en 1990, su hija, en 2009) y con el relato de su otro hijo Daniel. Y entonces esa voz, que nunca se había escuchado, va armando un relato en el que desde la infancia del autor de Adiós Nonino se va tejiendo una crónica autobiográfica, sí, pero no complaciente.
Y con momentos que al temperamental Astor lo habrían sacado de las casillas.
Desde el complejo por “su pierna más flaquita” a su encuentro con el dictador Videla, su infancia entre gángsters en Nueva York, su aprendizaje de piano, el primer bandoneón que le regala su padre, sus continuos viajes, su éxito afuera y la escasa repercusión que tenía en Buenos Aires esos primeros trabajos en los que demostraba que el tango era música también para escuchar, no sólo para bailar. Sus fracasos, sus actuaciones en cabarets en el Bajo de Buenos Aires, su participación en la Orquesta de Troilo, sus peleas, su Octeto y su Quinteto, y el concierto en el Colón.
Todo ello está, y están, entonces, sus actuaciones.
La voz cantante (y contante) muchas veces es la de Daniel, y Rosenfeld le da espacio como referente más que necesario, por más que hayan estado distanciados diez años “por cinco palabras” que su hijo le pronunció a su padre.
A quienes admiran a Piazzolla disfrutarán de su arte en grageas y escucharán de su voz sus pensamientos. Y quienes aún no lo conocen el documental los ayudará a comprenderlo, y tal vez descifrar muchos de los por qué Astor combinó músicas y alteró y enriqueció el tango.