Tener a alguien en tu propia familia que sigue tus mismos pasos y sea exitoso en el campo en el que uno no lo fue debe ser difícil; para el reconocido profesor Eliezer Shkolnik debe ser aún peor que su hijo, sangre de su sangre, lo supere en algo que le ha llevado toda su vida académica construir. En Footnote, las raíces familiares se notan más profundas que nunca cuando un galardón nacional se interpone en la ya deteriorada dinámica entre padre e hijo, provocando un enfrentamiento de egos irresistible.
Eliezer Shkolnik es el patriarca, el investigador devoto y férreo que maneja sus investigaciones con métodos de la vieja escuela; su hijo, el profesor Uriel Shkolnik se adaptó a los tiempos que corren. Sus investigaciones más cotidianas y mundanas le han valido el cálido reconocimiento de sus pares, mientras que el anticuado Eliezer ha caído en el ostracismo profesional y espera el día en el que su ardua labor sea reconocida. Esta relación es el eje principal de la película, un tire y afloje emocional contado con picardía y emoción por el director y guionista Joseph Cedar (Beaufort), quien firma una historia con varias vueltas en el camino, sorpresas varias y escenas magistrales, como la tensa reunión en el despacho o la investigación final de Eliezer.
Si bien la historia está bien aderezada por momentos y conforma una narrativa plausible, hay detalles que se pasan por encima, como ser la relación de Uriel con su hijo mayor, quien no decide qué hacer con su vida, así como también la misteriosa mujer con la que se encuentra Eliezer a escondidas; ambas líneas argumentales parecen prometedoras al comienzo pero no contienen un peso mayor a la hora de finalizar la película.
El elenco está muy bien conformado, comenzando con los centrales, el parco y amargado Eliezer de Shlomo Bar-Aba o el acongojado Uriel de Lior Ashkenazi, pasando por la matriarca Shkolnik, Alisa Rosen, la esposa de Uriel, interpretada por Alma Zack o el apático hijo mayor Josh (Daniel Markovich). Tampoco se puede olvidar al orgulloso profesor Yehuda Grossman de Micah Lewensohn, quien tiene una admirable escena junto a Ashkenazi.
Footnote es una gran película, y se evidencia su estimación para los Premios de la Academia el pasado febrero. Dirigida y escrita con proeza por Joseph Cedar, su pequeña gran historia es conmovedora a la vez que hilarante e histriónica.