Al analizar las producciones actuales de Warner Bros dentro de la animación es claro que hay dos filmografías diferentes.
Por un lado están las buenas películas que retoman el humor irreverente que hizo famoso a esta compañía dentro del género, como las entregas de Lego, Titans Go o las numerosas producciones de Scooby Doo que hacen para el dvd.
Después están esas películas genéricas como Gaviotas y Pie Pequeño donde se puede cambiar el logo del estudio por otra compañía y nadie se daría cuenta.
La explicación de esta cuestión se debe a que esos títulos mencionados en realidad fueron realizados por Sony Pictures Imageworks para Warner.
Por ese motivo nos encontramos con esos diseños de personajes standard que vimos en las producciones de otros estudios y el tono de la historia y el humor es muy diferente.
Es decir, son películas por encargo que Sony hace para Warner y la compañía que concibió a los Looney Tunes no se involucra en el contenido.
Pie Pequeño resultó una propuesta superior a la olvidable Gaviotas y presenta un entretenimiento sólido para los espectadores más chicos.
El humor está orientado exclusivamente a los niños e incluye un conflicto que tiene el corazón en el lugar correcto.
Los adultos ya vimos infinidades de veces estas historias que manifiestan un mensaje a favor de la tolerancia y en los tiempos que corren no está mal que estas ideas se remarquen una y otra vez en el público infantil.
La animación es correcta, está al nivel de los que suele hacer Sony dentro del género, y tiene personajes simpáticos que enseguida atraerán la atención de los chicos.
Mi única objeción con esta película es que los directores Karey Kikpatrick (Vecinos invasores) y Jason Reisig contaminaron su relato con infumables secuencias musicales que se podían haber evitado. Las canciones son completamente olvidables y estiran la historia de un modo innecesario.
Si se eliminaran esas escenas el conflicto central que viven el Yeti no se alteraría para nada.
Con respecto al doblaje latino se agradece que los personajes hablen en el clásico tono neutro, algo que perdió en varias producciones recientes, donde los protagonistas se expresan con acentos de diferentes países.
El cantante Sebastián Yatra hace un muy buen trabajo con la interpretación de la criatura Mingo para tratarse de su primera experiencia en este campo. Al comienzo se percibe cierta tonada colombiana en el personaje pero después desaparece y se nota que estuvo muy bien dirigido.
Para los más chicos es una gran propuesta con la que pasarán un momento divertido en el cine, mientras que los adultos que acompañen probablemente revisarán la hora en el celular en más de una ocasión.