Pie Pequeño se llamó aquí a un cachorrito de dinosaurio que caminaba hacia un valle encantado. En su versión original, el personaje se llamaba Littlefoot. El título del dibujo que ahora vemos es "Smallfoot", por contraposición a Bigfoot. Como sea, esta historia no sucede en los bosques norteamericanos donde vive Bigfoot, o Pie Grande, sino en las altas montañas donde vive su primo el Yeti, vulgo "abominable hombre de las nieves". Lo lindo de esta historia es que el Yeti no es nada abominable, sino sólo un grandulón buenazo que vive en una aldea con sus demás congéneres, todos buena gente, hasta que un día descubre un monstruo, un Pie Pequeño, vulgo, un ser humano.
En la aldea creen que los humanos no existen. Ese es un dogma sostenido por el guía espiritual que les ha tocado en suerte, y que por algo mantiene a todos en la ignorancia. Por orgullo propio e infantil curiosidad, nuestro protagonista se verá llevado a demostrar que los referidos monstruos existen de veras. Intentará hacer contacto con ellos, establecer amistad, en fin, no corresponde contar más. Solo que la historia así contada desde el otro punto de vista permite sacar algunas moralejas bastante sabrosas. Por lo demás, el dibujo es suficientemente simpático, los chistes son generalmente previsibles pero ya sabemos que el público siempre se renueva, y las canciones son perfectamente olvidables.