Con producción de Valentín J. Diment y Vanesa Pagani, y basada en la obra teatral “Sangre de mi sangre”, de Macarena García Lenzi, quien es la codirectora y coguionista de la película, junto a Martín Blousson, “Piedra, papel, y tijera” es una película oscura, con una violencia latente que va in crescendo a medida que el relato avanza. Los vínculos familiares, la relación entre hermanos de una familia ensamblada allá lejos y hace tiempo, que vuelven a reencontrarse luego de la muerte del non sancto patriarca.
El guion de García Lenzi y Blousson graba a fuego la historia fuerte y violenta de la que hablamos; es necesario destacar el muy buen maquillaje y eltrabajo de FX a cargo de Constanza Pugliese y Simón Ratziel. También el gran cuidado y empeño del Director de Arte Fabián Harsany, tanto como el vestuario de Laura Ohman y María José Paulucci, brindando una composición excelente a la imagen y cerrando la construcción de los personajes desde su apariencia poco (o nada) inocente. En cuanto al elenco, Valeria Giorcelli y Agustina Cerviño repiten los papeles que interpretaron en la obra original, y a la película se sumó luego Pablo Sigal como la tercera pata del tridente protagónico.
“Piedra, papel, y tijera” es un drama fuerte, que toma los detalles interpretativos que pueden verse en un espacio de representación teatral, resignificando los mismos al lenguaje audiovisual y construyendo nuevamente el universo en que los tres hermanos retoman la fantasía infantil aún a regañadientes; porque es lo único que han visto en su crianza y formación claramente carente de una guía “normal”. La alegoría del hogar como espacio de encuentro, y yendo un poco más lejos en mi apreciación personal, creo que es una pintura de una sociedad, un país, con rasgos frenéticos y enfermizos que simulan una naturalidad y claridad en el comportamiento, expresando teórica preocupación los unos por los otros, pero capaces de mantener sus intereses a salvo aún a costa del engaño, la aplicación de violencia física, y emocional.
Una producción que hace honor a los más grandes exponentes del thriller local, con un ritmo controlado, adecuado a las necesidades de la historia y el descontrol (casi siempre) medido de los personajes. Una excelente producción nacional que merece gran éxito en cartel.