EL PODER DEL BAILE
Interesante propuesta en 3D que logra crear un relato homenaje a una personalidad de la danza moderna, acentuando justamente el relato en el baile y profundizando, minuto a minuto, una idea artística basada en la importancia de la coreografía y la mente detrás de cada una de las puestas escénicas. Una cinta hermosa visual y estéticamente y con una fuerza dramática muy emocionante.
La película está dividida en cuatro representaciones de baile basadas en las obras creadas por Pina Bausch ("Le Sacre du printemps", "Café Müller", "Vollmond" y "Kontakthof"), adaptándolas del espacio teatral al abierto (ciudad y campos) e intercalando testimonios de sus protagonistas, quienes cuentan las experiencias con la mujer que los fueron marcando en sus años de trabajo juntos.
El objetivo de la película es demostrar, además del gran talento de Pina en el baile, la manera con la que con movimientos corporales y con el uso de algunos objetos se puede llegar a expresar sentimientos y emociones únicas y muy intensas. Con solo ver la primera puesta coreográfica, esta cuestión queda clara y demostrada, pero mientras los minutos van pasando, se va intensificando la propuesta y se va inspeccionando por casi todas las emociones imaginables. Aquí, en las grandes puestas de escena y en algunas tomas cortas exteriores, quedan representados el amor, la desesperación, el odio, la soledad, la locura, la muerte, la alegría, la obsesión y muchas otras sensaciones que poco a poco van floreciendo entre los pasos de baile.
La manera en la que se decidió mostrarle al espectador los diferentes episodios basados en los espectáculos de Pina, es muy original y está representada de tal manera que el mismo se sienta involucrado en el baile. La cámara juega con los diferentes encuadres y planos, cambiando de perspectiva y aportando diferentes puntos de vista sobre el mismo hecho. Por momentos el ojo del público está situado en las butacas del teatro, otras veces persigue a los bailarines y otras tantas funciona como un intérprete más del grupo. Muy original y sentida la manera en la que todo va tomando forma y unidad.
El baile domina la gran mayoría de las escenas y, si bien son pocos los momentos en los que sucede, hay algunos cortes repentinos que el director realiza para introducir el testimonio de alguno de los bailarines, los cuales interrumpen la magia visual y coreográfica sin necesidad.
"Pina" es una cinta bellamente filmada, con una conjugación muy interesante con respecto al sentido y a la fuerza del baile, con una gran gama de estilos musicales e interpretativos (hay expresiones clásicas, una alusión muy pequeña al tango, momentos donde se representa la comedia absurda, mucho dramatismo y una intensidad visual maravillosa y desgarradora). Una película para aquellos que disfruten de las danzas modernas y para aquellos que deseen descubrir un arte que pocas veces se puede apreciar en la pantalla grande.
UNA ESCENA A DESTACAR: baldes y el comienzo.