La verdad es que tenía mucha curiosidad por conocer la versión del clásico infantil, «Pinocho», que había rodado Matteo Garrone en 2019. El cineasta que se hiciera conocido por «Gomorra», prometía que su mirada de la historia sería oscura, moral y sobre todo, muy potente. Y así fue.
Debo decir primero, que esta no es una historia para chicos. Es decir, quizás si, pero no al estilo Disney tradicional para la familia. Aquí tenemos una profunda fábula moral donde se despliegan muchos escenarios que ya conocemos y que se desdibujan frente a un recuerdo que contrastará con lo que esta versión presenta.
Es más, el guión es bastante fiel y la adaptación, si bien desde los diálogos es convencional, lo cierto es que visualmente, abruma. El detalle de los mundos que atravesará Pinocho es meticuloso y tiene un trabajo de arte muy destacado (de hecho, tiene dos nominaciones al Oscar de este año). En términos dramáticos, la actuación de Roberto Benigni (el multipremiado intérprete), es destacable y también alcanza mucha intensidad el Pinocho jugado por Federico Ielapi. El resto del cast acompaña con oficio y ofrecen tonos acertados en la narración.
Sin anticipar demasiado, podemos decir que «Pinocho» es una de las versiones más fuertes y oscuras de su longeva historia cinematográfica. Sorprende y conmueve la forma de narrar de Garrone, en la que combina ternura y sufrimiento en iguales dosis. Su perspectiva es aguda y recuerda, lejanamente, a los ambientes fantásticos que genera Guillermo del Toro, en sus relatos.
Recomendada. Un viaje fantástico que te sorprenderá.