Lo mejor que vi en salas de estreno esta semana es Piraña 3D, de Alexandre Aja. Y si uno ve esta película, hay que verla en cine y en 3D. Ya la Piraña de 1978 del gran Joe Dante, producida por Roger Corman y escrita por John Sayles, era buen cine de explotación hecho para pegarse al éxito de Tiburón (1975) de Spielberg, aquí citada por la presencia de Richard Dreyfuss en magistral primera secuencia. La película de Aja es cine de mega explotación, un festival de excesos gore, con una concentración de tetas y sangre realmente excepcional. Además hay desnudos frente y dorso por doquier, y hasta un pene 3D regurgitado por uno de los dientudos bichos protagonistas. Si esta descripción ya no les gusta, ni lo intenten con la película, un orgiástico festival de la exageración. Cine de género clase B hecho con fruición y fricción, cine que no le tiene miedo a divertir con un aluvión de ideas festivas. Ah, y como yapa tenemos a Elisabeth Shue (la chica de Karate Kid de los ochenta) a la que película tiene el buen tino de mostrar seductora a sus musculosos 47 años, en medio de un festival de chicas jóvenes, varias de ellas de la industria del cine porno.