Piraña

Crítica de Pablo Planovsky - El Ojo Dorado

Eso. Pirañas en 3D.

Piraña 3D no es tanto un intento de revival del viejo cine trash (o cine basura), sino un festín de aquellas cosas que hoy se consideran clásicos del cine de bajo presupuesto. Por ejemplo, el director de Titanic y Avatar fue quien dirigió Piraña 2, y como si fuera una novia, James Cameron no la quiere recordar ni hablar de ella. Es como si lo avergonzara. Ahora bien, cuando a uno le hablan de Piraña ya sabe más o menos que va a encontrar (más allá de los pececitos del título). Ahora la pirañas atacan de nuevo, pero en 3D.
La película con la que tiene más puntos en común es con Terror a bordo (Snakes on a plane) esa donde Samuel Jackson puteaba a los reptiles en un avión. La trama era simple: serpientes en un avión. No era de terror, sino de comedia. Las serpientes picaban y mordían caras, culos, tetas, de todo. En esta película intentan superarlo, con siliconas y penes, entre otras cosas. Sabrán disculpar el vocablo: pero es el que va con este tipo de películas. El problema con Piraña 3D es que es graciosa a medias. Están las pirañas CGI que no dan miedo, y hay un par de golpes de efecto que tampoco son muy efectistas. Esto nos deja con sólo dos cosas: el ingenio para resolver las situaciones. Más allá del caos en la playa (que tiene secuencias muy buenas: como cuando se hunde el escenario o la mujer queda atrapada en la lancha con sus pelos) el resto no ayuda mucho. Por la parte cómica, tiene altibajos. Los chistes buenos (las actrices porno nadando The Flower Duet de Lakmé) se estiran demasiado.
Para peor, cada tanto Piraña 3D olvida que debería ser una fiesta y se va para el cine gore. Por ejemplo: una de las actrices porno hace jet-ski con sus generosos senos rozando el agua. Como las pirañas están por ahi (la cámara subjetiva, como tantas otras cosas, dejan en claro que Tiburón es una referencia) uno esperaría que cuando se levante tenga las pirañas prendidas de las tetas. Sería un buen gag. Hasta que no: la escuchamos gritar desesperada. La elevan y le faltan las dos piernas. Eso no da gracia ni da miedo. A lo sumo impresión. Fueron todos minutos de construcción cómica para nada. Eso es imperdonable.