Por siempre joven
La franquicia Piratas del Caribe le viene dando a Disney una alegría tras otra, si de recaudaciones millonarias hablamos. Esta nueva secuela nos trae nuevamente a Johnny Depp en la piel del Capitán Jack Sparrow junto a la bella y españolísima Penélope Cruz. Conservando lo épico de la historia original Piratas del Caribe: Navegando aguas misteriosas (Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides, 2011), cumple con lo que propone: entretener sin descuidar la calidad técnica. Pero no mucho más.
El especialista en musicales Rob Marshall (Nine, 2009; Chicago, 2002) se hace a cargo de la dirección de Navegando aguas misteriosas para ofrecernos un relato cuyo conflicto recae en uno de los temas que preocupa a la sociedad moderna: el paso del tiempo. Pero aquí se lo matiza con el humor de Johnny Depp. Angélica (Penélope Cruz) aparecerá en la vida de Jack para llegar a través de él a la fuente de la eterna juventud y darle vida a quien ella considera su padre.
Ya sin Orlando Bloom y Keira Knightley, sólo se mantiene en el reparto al personaje de Geoffrey Rush (Héctor Barbossa) más como un homenaje que por el valor dramático que le puede aportar a la trama, la cuarta parte de la saga funciona casi de manera independiente a sus antecesoras. Si bien hay algunas referencias que remiten a la historia original, no serán determinantes para entender el relato que propone en sus casi dos horas y media de excesivo metraje.
Navegando aguas misteriosas viene con el plus del 3D, elemento que, en este caso, se utiliza más para evitar la piratería y atraer al público a las salas que como recurso técnico, ya que solo algunos pasajes mínimos traspasaran la pantalla. Los famosos anteojitos no modificarán demasiado el visionado, aunque siempre habrá un plus para quienes se decidan por la tercera dimensión.
La dupla Johnny Depp-Penélope Cruz juega a la perfección los tópicos propuestos y hacen creíbles sus personajes y la historia en común. Hay comedia, drama, aventuras, romanticismo, descomunales escenas épicas, fantasía con bellas sirenas incluidas y una serie de guiños a los que Depp les imprime su impronta personal. Navegando aguas misteriosas es un viaje en el tiempo por un cine cuyo objetivo es el entretenimiento. De eso Hollywood sabe un montón.